La Casa Blanca defendió hoy el concepto de línea roja planteado por el presidente de Estados Unidos Barack Obama sobre el uso de armas químicas en Siria y dijo que esta política no constituye luz verde para que el presidente sirio Bashar al-Assad utilice fuerzas convencionales.
Hoy con anterioridad, un artículo del New York Times informó que un importante simpatizante de los rebeldes sirios dijo que la línea roja de Obama con respecto al uso de armas químicas por parte de las fuerzas sirias podría "equivaler a una 'luz verde' para que Assad use tanta fuerza convencional como sea posible".
"No. Estoy en fuerte desacuerdo con esto", dijo el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, en respuesta a la declaración.
Tras afirmar las advertencias de Obama sobre las armas químicas, Carney enfatizó que Washington "no podría condenar en términos más enérgicos las acciones del régimen de Assad y su uso de la fuerza de todo tipo en contra de su propio pueblo".
El 20 de agosto, Obama advirtió al gobierno sirio sobre el uso de armas químicas en los conflictos con las fuerzas de oposición y sobre el permitir que caigan en las manos equivocadas y describió esto como una "línea roja" que modificaría sus cálculos en cuanto a su enfoque hacia el prolongado conflicto en esta nación.
Los críticos argumentan que esta política significa que la administración tolerará el uso por parte de Assad de fuerzas convencionales de gran escala en contra de la oposición.
Carney insiste en que la forma más rápida de poner fin al derramamiento de sangre en Siria es que Assad se vaya y que se produzca una transición política encabezada por los sirios.
"Seguiremos trabajando con nuestros socios en este esfuerzo y también hemos proporcionado una ayuda humanitaria sustancial al pueblo sirio, así como asistencia no letal a la oposición siria como parte de nuestros esfuerzos en Siria", dijo. Fin