El ministro chileno de Energía, Jorge Bunster, dijo hoy que la decisión de la Corte Suprema que paralizó el proyecto de la central termoeléctrica Castilla, en el norte del país, supone el desafío de compatibilizar el desarrollo con el cuidado del medio ambiente.
"Yo creo que esto plantea un desafío país, el ser capaces de poder consensuar, dialogar, de qué manera vamos a enfrentar el desarrollo. No es posible aspirar a ser un país desarrollado en ocho años más y no querer desarrollar los proyectos de energía que el país necesita para eso", dijo Bunster.
El máximo tribunal del país rechazó el martes la construcción de la central termoeléctrica Castilla, la más grande de Sudamérica, que con una inversión de 4.400 millones de dólares buscaba generar 2.100 megawatts MW a base de carbón.
La decisión judicial se basó principalmente en la convicción de los jueces respecto a los daños ambientales que supone la iniciativa propiedad del multimillonario brasileño Eike Batista, cuyo emplazamiento propuesto era la zona costera de la región de Atacama, a unos 750 kilómetros al norte de Santiago.
"Es cierto que tenemos que buscar proyectos sustentables, ambientalmente bien desarrollados, pero es necesario hacer hablar esos dos objetivos", añadió el ministro al insistir que el desarrollo "es imposible sin el desarrollo de proyectos de energía".
"La paralización de Castilla dificultará la baja de las tarifas de la energía", dijo Bunster al lamentar la decisión.
El fallo judicial se suma a la reciente decisión de uno de los propietarios del megaproyecto de generación eléctrica Hidroaysén de recomendar su suspensión ante la resistencia social a la iniciativa en la Patagonia, en el sur del país, reabrió el debate de proyectos energéticos y cuidado al medio ambiente.
Estudios oficiales calculan que el país necesita adicionar unos 8.000 MW a su actual capacidad instalada, de unos 16.000 MW, para enfrentar la creciente demanda de energía que crece en promedio entre 5 y 7 por ciento anual. Fi