La XVI Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (NOAL) se inauguró este domingo en esta capital. A continuación transmitimos algunos datos básicos sobre el NOAL.
El movimiento se creó en la época de la Guerra Fría. La noción de no alineación fue propuesta en 1956 en una reunión entre el entonces presidente yugoslavo, Josip Broz Tito, el presidente egipcio, Gamal Abdel Nasser, y el primer ministro indio, Jawwaharlal Nehru, debido a las preocupaciones por el intenso enfrentamiento entre los bloques militares Occidental y Oriental, lo cual causaba gran sufrimiento a un número de naciones pequeñas y medianas.
En septiembre de 1961, la I Cumbre de Jefes de Estados No Alineados se celebró en Belgrado por iniciativa de la antigua Yugoslavia, Egipto, la India e Indonesia con la participación representantes de 25 países, marcando el inicio del NOAL.
Las posteriores conferencias involucraron a un cada vez mayor número de países en vías de desarrollo. Hasta mayo de 2012, el NOAL agrupa a 120 miembros, 17 países observadores y 10 organizaciones observadoras. Azerbaiyán y Fiji se convirtieron en sus últimos miembros en la XVI reunión ministerial realizada en Indonesia el año pasado.
China asumió la condición de observador del NOAL en septiembre de 1992.
Como un grupo de estados que se consideran no alineados formalmente con ningún bloque importante, el NOAL está considerado como la segunda mayor organización internacional después de la ONU.
El movimiento tiene una forma única de administración pues no es jerárquico, sino que su presidencia es rotativa e inclusiva, proveyendo a todos los miembros, sin importar su tamaño o trascendencia, la oportunidad de participar en la toma de decisión global y las políticas mundiales.
Sin contar con una sede, una constitución ni una secretaría interna, el NOAL celebra regularmente su cumbre y conferencia de cancilleres. Desde 1970, la cumbre se convoca cada tres años en un estado miembro.
La práctica del NOAL es tomar decisiones mediante el consenso. Ya que el movimiento está compuesto por estados con diferentes ideologías y propósitos, el consenso puede fortalecer su solidaridad y unidad.