Con el mismo grado de entusiasmo que los republicanos, han recibido los demócratas el anuncio de que el congresista Paul Ryan aspirará a la vicepresidencia junto a Mitt Romney, aunque por razones bien diferentes. Barack Obama tiene ahora enfrente a alguien con 13 años de experiencia en Washington, que ha defendido recortes considerables a los programas de ayuda social del Gobierno, y que se ha alineado con el Tea Party y el ala fiscalmente más conservadora del Capitolio. Este lunes Ryan y Obama coincidieron en el mismo Estado, Iowa, y el presidente pidió a los electores que vean en el nuevo número dos de Romney a un líder intelectual de los republicanos en el Congreso.