Investigadores brasileños y estadounidenses identificaron un gen que, según pruebas en animales, es responsable de la formación del sistema nervioso, incluyendo el cerebro, en embriones de vertebrados, informó hoy la Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Río de Janeiro (Faperj).

El descubrimiento puede ayudar en el futuro a la ciencia a prevenir enfermedades y disfunciones provocadas por la mala formación del cerebro en los embriones, informó este viernes la Faperj, que financió parte del proyecto.

La identificación del gen fue resultado de una asociación entre investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas de la brasileña Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de la estadounidense Universidad de Harvard.

Los resultados del estudio, que comenzó en 2007, fueron destacados en un artículo publicado en la última edición de la revista científica "Cell", especializada en biología celular y molecular.

Los investigadores identificaron el gen, bautizado como "Tiki", al analizar la formación de las estructuras anteriores del sistema nervioso y del cerebro en embriones de anfibios de la especie "xenopus laevis".

"En las pruebas realizadas con los anfibios en fase embrionaria a los que se les removió el 'Tiki' se constató que los embriones se desarrollaron sin estructuras cerebrales", explicó José García Abreu, investigador de la UFRJ y uno de los responsables por el proyecto.

"Eso mostró que el 'Tiki' es necesario para la correcta formación de la cabeza", agregó.

El investigador explicó que el gen es encontrado en las células precursoras de la formación de la cabeza en embriones y que codifica una enzima capaz de inhibir la molécula WNT, que es la que controla una serie de fenómenos biológicos como la renovación de los tejidos y ayuda en la formación de la cabeza de los vertebrados.

"La molécula WNT, en la vida adulta, está asociada a procesos degenerativos y regenerativos, y al desarrollo de tumores", según el especialista.

De acuerdo con el investigador, cuando los niveles de WNT están muy elevados por no haber recibido la acción del "Tiki", surgen embriones anencéfalos, es decir sin cerebro.

De la misma forma, cuando el nivel de la molécula es muy reducido por haber sido sometida a la inhibición exagerada del gen, se forman embriones de cabeza muy grande.

Abreu considera que el descubrimiento es un paso importante para entender algunas enfermedades congénitas humanas que afectan la formación cerebral, como anencefalia, excencefalia y microcefalia.

"El estudio abre muchas posibilidades futuras en el campo terapéutico, ya que los disturbios provocados por la molécula WNT son la causa de muchas degeneraciones, anomalías congénitas y algunos tipos de cáncer", según el investigador. Fi