(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Se fue el jueves sin que el Banco Central Europeo (BCE) anunciara las acciones concertadas que muchos aguardaban y daban por seguras, y tampoco el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aclaró si recurrirá al Fondo de Rescate para que el BCE active la compra de bonos. Resultado, otra jornada para olvidar en la bolsa de Madrid y la reavivación de la incertidumbre y la desconfianza de los mercados.
Aunque el mandatario identificó “aspectos muy positivos” en el discurso que pronunció el presidente del BCE, Mario Draghi, como el hecho de reconocer que hay castigos injustos ante los fundamentos de la economía de su país, relacionados con los temores sobre la irreversibilidad del euro, el Ibex 35, principal indicador bursátil español, cerró con una pérdida de 5,16 puntos porcentuales y la prima de riesgo, que abrió la jornada en 524 puntos, volvió a sobrepasar los 600 puntos, si bien al final quedó en 590.
Por la mañana, después de una información adelantada por el diario alemán Sueddeutsche Zeitung, muchos esperaban que Draghi planteara una acción concertada, usando tanto al BCE como al fondo de rescate, el denominado Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), para comprar deuda soberana de España o Italia y así ayudar a reducir los desmesurados intereses que ambos pagan por colocar su deuda.
La hipótesis que se manejaba era que el MEDE compraría deuda soberana en más pequeñas cantidades directamente a ambos países, en tanto el BCE retomaría su compra de deuda en el mercado secundario. Parecía un paso seguro, sobre todo después del discurso pronunciado la pasada semana por Draghi, quien prometió que la institución que dirige haría todo lo que esté dentro de su mandato para respaldar al euro.
Según el diario germano, el plan que se daría a conocer este jueves restauraría la confianza de los inversores privados en el mercado de bonos. El MEDE probablemente tendría que asignar sumas relativamente pequeñas de dinero para esto o podría retirarse de la subasta de bonos a último minuto si la tasa de interés hubiese caído a un nivel aceptable.
Pero Draghi enfrió las expectativas y se limitó a reiterar que Brucelas mantendrá los tipos de interés en el 0,75 porque son los países los que tienen que tener la iniciativa. “Los Gobiernos deben continuar con los esfuerzos de consolidación presupuestaria, con las reformas estructurales para mejorar la competitividad y las reformas institucionales a nivel europeo”, advirtió.
Tras la reunión del consejo del BCE, el presidente indicó que la institución está “preparada” para adquirir deuda soberana en los mercados y sin que su pago tenga prioridad sobre los inversores privados, aunque condicionó la intervención a que los países soliciten la ayuda a los mecanismos de rescate, lo que implica a su vez una “estricta condicionalidad”: la supervisión de las cuentas de la nación ayudada.
Pimco, uno de los mayores inversores de deuda del mundo, no tardó en comentar que “alguien se ha interpuesto frente a él (Draghi)” y alertó que la confianza recuperada en los días previos “se desvanece rápidamente”.
Por su parte Rajoy, cuyo nivel de aprobación entre el electorado ha caído en picada, instó a que se pongan en marcha cuanto antes las conclusiones del último Consejo Europeo de finales de junio. “Pretendemos, queremos, deseamos y trabajamos para que esas medidas se concreten a la mayor celeridad posible”.