El movimiento de jóvenes y estudiantes mexicanos #YoSoy132, que ha liderado las protestas en contra del virtual ganador de las elecciones presidenciales del 1 de julio en México, Enrique Peña Nieto, enfrenta los retos de consolidarse y evitar ser absorbido por otras organizaciones, señalaron expertos.
Consultados por Xinhua, sociólogos y especialistas en movimientos sociales coincidieron en que #YoSoy132, al que se han sumado miles de jóvenes que entre otras cosas demandan la democratización de los medios de comunicación, también enfrenta el riesgo de ser estigmatizado como grupo "radical y violento" por las autoridades.
Los investigadores académicos Lizeth George, José Manuel Valenzuela y Alfredo Nateras coincidieron en que este movimiento social, de extracción estudiantil, debe avanzar en su consolidación y evitar su absorción en otras organizaciones políticas y sociales, que participan con ellos en las manifestaciones actuales contra Peña Nieto.
#YoSoy132 surgió hace dos meses, después de la visita que realizó el pasado 11 de mayo el entonces candidato presidencial del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) Enrique Peña Nieto, a la privada Universidad Iberoamericana, campus Ciudad de México, donde fue recibido con críticas y pancartas de protestas por alumnos.
Ante estas protestas, el equipo de campaña del candidato y la dirigencia nacional del PRI, que gobernó México por 71 años hasta el año 2000, acusaron a estos opositores de ser "infiltrados" del candidato de la izquierda y rival de Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador.
En respuesta, 131 estudiantes de la Iberoamericana que participaron en las protestas difundieron un video en internet en el que mostraban sus credenciales como alumnos, con la finalidad de desmentir las acusaciones de ser "infiltrados" ajenos al plantel.
A partir de ese momento, y gracias a las redes sociales, se sumaron estudiantes de otras universidades privadas de élite, de instituciones académicas públicas, y de otros sectores opositores al PRI y a Peña Nieto, y a cómo las televisoras y algunos diarios supuestamente favorecían su candidatura para imponerlo en los comicios.
El principal reto de #YoSoy132 es avanzar en su consolidación y alcanzar vinculación con otras organizaciones sociales, afirmó la socióloga universitaria, Lizeth George.
En entrevista, la experta en temas de movimientos sociales sostiene que #YoSoy132 debe cuidarse de no diluirse ni perder sus características propias de protesta.
Desde sus inicios, este movimiento ha recurrido a lugares públicos abiertos para realizar sus reuniones, así como a los medios públicos de comunicación, como el Canal 11 de televisión.
Debido a que se trata de un movimiento joven, "#YoSoy132" corre el riesgo de ser asborbido por otras organizaciones ya consolidados, como el del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) o el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, destacó George.
Para la experta en temas sociales, este movimiento estudiantil "debe marcar y sostener las diferencias en sus formas de protesta social, es decir, pacíficas".
También deberá demostrar que su demanda de invalidar los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 1 de julio es legal, destacó la socióloga de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El experto en identidades juveniles de El Colegio de la Frontera Norte, José Manuel Valenzuela, sostuvo que el movimiento "#YoSoy132" tiene enfrente el riesgo de ser estigmatizado como "radical y violento".
El especialista precisó que esa estigmatización "es parte de la narrativa oficial contra los movimientos sociales que muchas veces se usa como una cortina de humo para criminalizar la protesta social".
Valenzuela recordó las luchas estudiantiles de 1968 y 1971, cuando los gobiernos de entonces, emanados del PRI, acusaban a los promotores de las movilizaciones de que eran infiltrados, comunistas y delincuentes.
Por su parte el científico social Alfredo Nateras, del departamento de Sociología de la UAM, dijo que en dos meses el movimiento "#YoSoy 132" ha alcanzado muchos éxitos, como abrir la discusión sobre la urgencia de democratizar los medios de comunicación y cambiar el ánimo del proceso electoral en el país.
"Este movimiento logró imprimir frescura y creatividad a la discusión electoral, pero lo relevante es que lograron construirse como sujetos y actores sociales. Acabaron con la falsa etiqueta de que los jóvenes son apáticos políticos y sociales", destacó Nateras.
También enfrenta retos, su consolidación como movimiento social, desarrollar mayor capacidad de respuesta ante ante los ataques, pero sobre todo generar sus propios mecanismos para afrontar su enorme diversidad ideológica para que no sea un factor que acabe por rebasarlo, añadió en entrevista con el diario local "La Jornada".
Por lo pronto, el movimiento "#YoSoy132" volvió a destacar durante la realiación de una marcha masiva en la capital del país para exponer su descontento por el virtual triunfo electoral de Peña Nieto en las presidenciales del 1 de julio pasado.