Al término de la cumbre de tres días Río+20, los líderes mundiales adoptaron hoy en Río de Janeiro un documento final que busca erradicar la pobreza y asegurar un futuro sostenible para el planeta Tierra.
Al concluir la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, 191 Estados miembros reiteraron su compromiso con el desarrollo sostenible global y afirmaron que el mundo tendrá que modificar su modelo de crecimiento basado en el consumo y la producción no sostenibles.
El documento de 53 páginas, llamado "El Futuro que Queremos", se produce después de negociaciones prolongadas e intensas descritas en algún momento por el jefe de la ONU, Ban Ki-moon, como "dolorosamente lentas". El documento fue aceptado por los Estados miembros apenas un día antes de la inauguración de la cumbre.
"Nosotros, los jefes de Estado y de gobierno y los representantes de alto nivel... reiteramos nuestro compromiso con el desarrollo sostenible y con garantizar el fomento de un futuro sostenible en términos económicos, sociales y ambientales para nuestro planeta y para las generaciones presente y futuras", señala el documento en su primera página.
Los líderes reiteraron los Principios de Río adoptados hace 20 años en la Cumbre de la Tierra, también realizada en Río de Janeiro, Brasil. En particular el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas, el cual fue incluido a petición vehemente de los países en desarrollo.
Los principales países industrializados, encabezados por Estados Unidos, se opusieron a la inclusión de este principio en particular, uno de los temas más espinosos de las conversaciones.
Ban Ki-moon describió el documento como "un gran éxito" logrado por la cumbre y como un plan para un mundo más sostenible.
"Se trata de un documento muy bueno. Esta es la visión sobre la cual podemos construir nuestros sueños, nuestras visiones, y es importante que los Estados miembros se encuentren unidos y trabajen juntos", dijo el jefe de la ONU.
La cumbre también presentó de manera formal al mundo un nuevo término, la economía verde, pero se abstuvo de ofrecer una definición clara porque aún no hay consenso en la comunidad internacional.
La cumbre reconoció la economía verde como una de las herramientas importantes disponibles para lograr el desarrollo sostenible, pero hizo énfasis en que existen "diferentes enfoques, visiones, modelos y herramientas disponibles para cada país".
Otro nuevo paso es buscar formas más amplias de medir el crecimiento de los países para complementar los datos tomados únicamente del producto interno bruto (PIB), una práctica utilizada por la mayoría de los países.
Durante la cumbre también se lograron avances hacia al establecimiento de nuevas instituciones de desarrollo sostenible, incluyendo un foro político intergubernamental de alto nivel que finalmente reemplace a la Comisión de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible creada por la Asamblea General en 1992 para asegurar el seguimiento efectivo de la Cumbre de la Tierra.
El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) será fortalecido y actualizado para convertirse en la autoridad ambiental global. El medio ambiente es una de las tres dimensiones del desarrollo sostenible, las otras dos son sociedad y economía.
Pero también destacó el papel de la Asamblea General de la ONU y el Consejo Económico y Social de la ONU (Ecosoc) en la coordinación de los esfuerzos de sostenibilidad global. Fin