La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, mostró hoy su "total satisfacción" con el resultado de la Conferencia de las naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20 que concluyó este viernes en Río de Janeiro.
Rousseff dijo que el acuerdo logrado en esta cumbre es "un punto de partida" que permitirá a los países avanzar para alcanzar el desarrollo sostenible.
En rueda de prensa previa a la ceremonia oficial de clausura de la cumbre, Rousseff dijo que entiende y respeta las críticas de los movimientos sociales por la poca ambición del texto y la supresión de varios puntos conflictivos.
En la cumbre Río+20 participaron un centenar de jefes de Estado y de gobierno y representantes de 193 países.
"Brasil quedó como responsable por construir un consenso posible. El consenso posible es un punto de partida y no de llegada. Esto no significa que a partir de aquí, los países no puedan tener sus propias políticas", afirmó la presidenta brasileña.
En el pasado el mundo era bipolar y los países estaban divididos entre dos concepciones, "luego vino el pensamiento único con su imposición y ahora vivimos una circunstancia histórica con el multilateralismo, que intenta construir consensos políticos", destacó la mandataria.
Rousseff dijo que en el futuro se deberá insistir sobre las propuestas eliminadas en esta cumbre, principalmente por los países desarrollados, entre ellas una sobre la creación de un fondo multilateral para el desarrollo sostenible.
Destacó que la cumbre aprobó la creación de un nuevo indicador de riqueza que supera las limitaciones del Producto Interno Bruto (PIB) e incluye datos sociales y ambientales para medir la riqueza de los países. Fin