Las fuertes coincidencias entre Brasil y China, tuvieron un papel importante para alcanzar un documento final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Rio+20, señaló el embajador brasileño André Correa do Lago.
El diplomático expresó que se buscaba que en la declaración final fuera un documento "ambicioso y que preservara las principales preocupaciones de los países en desarrollo".
Correa do Lago, quien lideró el proceso negociador del documento final, en entrevista exclusiva concedida hoy a Xinhua, subrayó el hecho de que los dos países concuerdan en discutir siempre las cuestiones ambientales dentro del contexto del desarrollo sostenible, tomando en cuenta la dimensión económica y la dimensión social.
"Trabajamos juntos en ese sentido desde 1971, en la preparación de la conferencia de la ONU de Estocolmo de 1972, la primera gran conferencia de la ONU de la cual China participó como miembro de las Naciones Unidas", recordó.
El diplomático dijo que la colaboración entre China y Brasil es muy sólida porque estábasada en los mismos principios.
"La cuestión ambiental es de la mayor importancia, pero es obvio que tenemos circunstancias muy diferentes en Brasil y China, de población, de motivos que provocan más emisiones, pero es esa concordancia total de que el medio ambiente tiene que estar relacionado al crecimiento económico y a la cuestión social que permite que trabajemos muy bien juntos", señaló.
Destacó que el principio de "responsabilidades comunes pero diferenciadas", que Brasil y China comparten fue defendido en la conferencia de Río 92 y también está contemplado en la Convención del Cambio Climático.
"Para Brasil y China es esencial tener ese principio, porque son dos países que progresaron mucho en los últimos años, pero ambos saben que aún tienen muchos desafíos por delante", agregó.
"Ni China ni Brasil se consideran países desarrollados, y por lo tanto, no queremos que por nuestros avances tengamos que dividir las responsabilidades con los países desarrollados", afirmó Correa do Lago.
El funcionario expresó su satisfacción de que el principio haya sido reiterado porque -al contrario de lo que dicen muchos países desarrollados- "no es una disculpa para que no hagamos nada".
"Al contrario, es gracias a ese principio que Brasil y China hacen mucho más, con la confianza de que lo que hacemos está dentro de un contexto específico, o sea, nosotros no asumimos las responsabilidades de otros, asumimos las nuestras", reiteró Correa.
Asimismo, consideró también que China ha cumplido un papel de liderazgo en el proceso de discusión sobre el desarrollo sostenible.
"Nos agrada mucho ver la sorpresa de muchos países desarrollados cuando ven los números de China y se dan cuenta que está haciendo algo que es un bien para el mundo entero, que es crear una escala muy grande para poder desarrollar ciertas tecnologías", destacó.
Explicó que en muchos países desarrollados la escala no es suficiente para que un proyecto o una tecnología puedan ser instalados.
"China está creando al mismo tiempo innovación y escala, y gracias a eso abriendo posibilidades magníficas que el mundo va a poder aprovechar", acotó.
"Nuestras sociedades (brasileña y china) están muy concientes de que tenemos que tener liderazgo en esa área y creo que ninguno de los dos países tiene miedo a tener ese liderazgo", señaló Correa do Lago. Fin