El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma lamentó que no se hayan seguido los acuerdos alcanzados en las Cumbres de la Tierra que se celebraron en Río de Janeiro en 1992 y en Johannesburgo en 2002 y que "no se le haya hecho justicia" a los compromisos adquiridos en ambas reuniones.
En su discurso durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20, Zuma dijo que no se puede decir que hay desarrollo sostenible o la paz mundial mientras en África "los niños continúen muriendo de hambre o enfermedades".
En su discurso, el mandatario sudafricano recordó que "hace veinte años, en Río de Janeiro, declaramos que estábamos a tiempo de enfrentar el desafío del desarrollo sostenible; diez años después lo repetimos en Johannesburgo y ahora lo volvemos a decir en Río de Janeiro", aunque lamentó que las anteriores cumbres no hayan servido para ayudar a "los niños, campesinos y millones de personas que quieren un futuro con acceso a agua, salud y saneamiento, y evitar la pérdida de la biodiversidad".
El presidente de Sudáfrica dijo que "el desarrollo sostenible sigue siendo un objetivo y tiene en el impulso de la economía verde una herramienta para alcanzarlo".
Según él, el compromiso que los líderes mundiales deben acordar con el medio ambiente y el desarrollo sostenible es "inaplazable", y para ello, se necesita "cambiar los modelos de consumo y de producción, construir ciudades sustentables y reducir de forma real y efectiva las emisiones de carbono".
Por último, Zuma se declaró favorable a que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) gane más fuerza y se convierta en una agencia, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de los puntos que estaba en el aire en la Río+20 y que finalmente no acontecerá: "se deben aumentar el mandato del PNUMA, su visibilidad política y su participación en el proceso de decisiones", expresó el sudafricano. Fin