El primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, consideró hoy "determinantes para el planeta" los resultados de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20 y la aplicación de los acuerdos alcanzados en este foro que se inició la víspera y concluye este viernes en Brasil.
"Nuestras decisiones, y sobre todo nuestras acciones, serán determinantes", indicó Passos Coelho, en un discurso ante los jefes de Estado y diplomáticos de más de un centenar de naciiones que participan en los trabajos de esta cumbre en Río de Janeiro.
El premier portugués recordó que la Cumbre de la Tierra Eco 92, celebrada hace 20 años también en esta urbe, sirvió para dar "un paso importante hacia un desarrollo que integre plenamente lo económico y lo social" y que es hora de continuar ese camino.
"Igual que en 1992, nuestros pueblos esperan que sigamos con coraje y determinación hacia el desarrollo sostenible", expuso el jefe de Gobierno portugués.
Passos Coehlo no escatimó elogios al país anfitrión, Brasil, por conseguir en la última semana un consenso entre los negociadores de los países participantes en la Cumbre, para la aprobación del texto final de Río+20, que debe ser ratificado en el último día de sesiones, este viernes, por los mandatarios.
Según el premier europeo, esa declaratoria "representa otro paso determinante de nuestra caminata hacia el desarrollo sostenible".
Passos Coelho, de derecha, destacó además las iniciativas tomadas por su país en ese aspecto y puso como ejemplo que cerca del 50 por ciento de la energía consumida en Portugal proviene de fuentes renovables, y agregó que hay varias empresas de su país entre las líderes mundiales en materia de eco-eficiencia y eco-innovación.
La Conferencia Río+20 reúne a más de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno y a otros líderes mundiales, para discutir algunos de los problemas fundamentales que enfrentan las naciones del mundo para poner en práctica políticas económicas con criterios de sustentabilidad, que implica respeto al ambiente.
Al encuentro en Río de Janeiro asistente unas 50.000 personas, según cifras de la ONU, y concluye este viernes tras tres días de deliberaciones. Fin