La ONU, a través de un informe difundido hoy en Río de Janeiro, Brasil, instó a los gobiernos de todo el mundo a aplicar políticas para una gestión responsable del agua, ante la posible escasez de este recurso natural en las próximas décadas, lo cual puede poner en riesgo el futuro del planeta.
"La gestión sustentable del agua produce beneficios económicos, sociales y medioambientales", indicó el organismo en el texto con motivo de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20 que se celebra del 20 al 22 de junio en la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
Tras analizar la información de 134 países de América, Asia, Europa y Oceanía, la ONU constató que más del 80 por ciento de los estados analizados reformaron sus legislaciones sobre el uso del agua en los últimos 20 años, frente a una demanda creciente de recursos hídricos debido al aumento de la población, la urbanización y los cambios climáticos.
"En muchos de los casos esas reformas han tenido impactos positivos en el desarrollo, incluyendo mejorías en el acceso al agua potable, la salud humana y el rendimiento de los recursos hídricos en la agricultura", indicó el organismo.
La ONU considera fundamental la gestión del agua "en la transición hacia una economía verde de bajo carbono y el uso eficiente de los recursos", que es uno de los ejes centrales de la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible Río+20.
En el estudio se citan algunos ejemplos de políticas que sirvieron para mejorar la gestión del agua y destaca las que fueron aplicadas en Costa Rica y Guatemala.
En el primer caso, el informe dice que la gestión de los recursos hídricos ha mejorado después de que se decidiera invertir en ella 50 por ciento de la recaudación municipal por concepto de agua.
En el caso de Guatemala se destaca la fuerte apuesta de ese país en la generación de energía por medio de fuentes hidroeléctricas, cuya capacidad se ha duplicado de 1982 a 2011.
La ONU señaló que en el resto del planeta también se han aplicado políticas destacables, como el caso de Estonia, país en el que "la introducción de impuestos sobre el agua y la contaminación contribuyó para un mejor rendimiento de los recursos hídricos y redujo los niveles de polución en el mar Báltico". Fin