CUMBRE RIO+20: Pondrán en marcha programa de Bajo Carbono

Río de Janeiro, sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20, presentará al foro un Programa de Bajo Carbono que pondrá en marcha en breve, anunciaron hoy fuentes del municipio de esta ciudad brasileña.

El plan, iniciado hace 18 meses, cuenta con el auspicio técnico del Banco Mundial (BM) y el Ayuntamiento de Río, explicaron las fuentes.

Dijeron que técnicos del BM analizan el proyecto del denominado Plan Estratégico de 2013 a 2016 del municipio para apuntar hacia los potenciales generadores de créditos de carbono, que estimulan la reducción de emisión de gases de efecto estufa.

La idea es que después de trazarse la hoja de ruta, el Ayuntamiento consiga créditos y se vuelva vendedor de estos en el mercado internacional.

La Bolsa Verde de Río (BVRio) está estructurando un ambiente para esta negociación.

"Hay dos mercados: uno es el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), en el ámbito de la ONU, y el otro es el mercado voluntario, que tiene una movilización más flexible y donde serian comercializados dichos créditos", dijo Rodrigo Rosa, uno de los estrategas del proyecto.

El programa es considerado ambicioso debido a que prevé la incorporación de proyectos y los fácilmente identificables como productores de créditos de carbono, como en el caso del tratamiento de residuos.

De esa forma se consigue definir una metodología que garantice contabilizar los créditos, por ejemplo, para el alquiler de bicicletas.

La idea prevé la creación de un modelo adaptable a las estructuras de gobernabilidad de otras ciudades del mundo.

Además, destaca el Programa de Bajo Carbono la reforestación y replantación de la Mata Atlántica, la región de selva tropical brasileña ubicada en el sureste del país, entre las más amenazadas del planeta.

El objetivo del Ayuntamiento de Río de Janeiro es replantar 1.700 hectáreas antes de 2016 (ahora mismo faltan unas 600 para alcanzar el objetivo).

De hecho, el alquiler de bicicletas se considera un proyecto del gobierno en colaboración con la iniciativa privada, que facilitó este mes 500.000 viajes o trayectos.

El apoyo del BM sólo prevé asistencia técnica.

El director del sector de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial, Ede Lijaz, explicó que el programa fue encaminado a la Organización Internacional para Estandarización (ISO) a fin de obtener la certificación internacional.

"Estamos prestando asistencia al gobierno municipal para elaborar el proyecto con el fin de obtener la certificación ISO, lo que lo transformaría en un modelo de negocio aplicable globalmente", expuso.

Lijaz añadió que una vez que el Ayuntamiento haya lanzado oficialmente el programa, el próximo paso es sistemáticamente expandirlo para que cubra cada vez más sectores urbanos a lo largo del tiempo.

La ciudad de Río también tiene metas de reducción de gases por cumplir. En enero de 2011 el Ayuntamiento promulgó la Ley de Cambio Climático, que estable índices periódicos para la disminución de la polución ambiental.

El municipio tendrá que reducir en un 8 por ciento las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) antes de finalizar el año, en relación a los niveles de 2005.

El ayuntamiento apunta que el índice fue batido tras el reciente cierre del vertedero de Jardim Gramacho.

Para 2016, año en que Río de Janeiro será sede de los Juegos Olímpicos, la reducción deberá ser de 16 por ciento y, en 2020, del 20 por ciento.

Se espera evitar así la emisión al medio ambiente del equivalente a cerca de 2,27 millones de toneladas de CO2 (medición utilizada para comparar las emisiones de gases de efecto estufa con base en el potencial del calentamiento global).

"El Programa de Bajo Carbono, en primer lugar, ayudará al gobierno municipal a alcanzar sus propias metas de mitigación de una forma creíble y confiable", expuso Lijaz.

Añadió que también promoverá la comercialización de las certificaciones de reducción de emisiones con el objetivo de generar más inversiones en proyectos sostenibles.

El programa estará bajo la supervisión de las secretarías municipales de Medio Ambiente y Casa Civil.

Los proyectos inscritos deberán aún recibir una acreditación de una entidad validadora de certificación internacional y de auditores de ISO.

El mercado de crédito de carbono fue propuesto en el Protocolo de Kyoto, que previó metas de reducción de emisión de gases de efecto estufa para empresas y gobiernos de países desarrollados.

El mercado permite que los que no emitan o emitan menos gases de efecto estufa pongan a la venta acciones por el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), en el ámbito de la ONU, o mediante bolsas independientes, como la Bolsa del Clima de Chicago, la Bolsa de Mercancías y Futuros (BM&F) brasileña o la Bolsa Verde de Río (BVRio).

Las empresas y gobiernos que no consiguieran disminuir sus emisiones podrán comprar Reducciones Certificadas de Emisiones (RCE) en países de desarrollo que hayan generado proyectos de reducción de polución ambiental.

Una tonelada de dióxido de carbono (CO2) corresponde a un crédito. Los países vendedores deben usar los recursos en invertir para promover acciones de desarrollo sostenible.

La reducción de emisión de otros gases, igualmente generadores del conocido efecto estufa, también podrá canjearse por créditos de carbono.

Entre éstos figuran vertederos sanitarios, actividades para la generación de energía con biomasa, residuos de la industria de la madera, energías renovables y eficiencia energética en complejos industriales presentan un mayor potencial para desarrollar proyectos de crédito de carbono.

En 2004 el proyecto de la Central de Tratamiento de Residuos de Nova Iguazú, en la zona norte de Río de Janeiro, fue el primero en el mundo a ser oficialmente inscrito como proyecto de MDL. Fin

Palabras clave : Brasil-Río+20

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