Decenas de personas se manifestaron hoy en la famosa playa de Copacabana de Río de Janeiro, Brasil, para pedir que se ponga fin a los subsidios a los combustibles fósiles, en una protesta convocada por dos organizaciones ecologistas con motivo de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20.
Los participantes en la protesta extendieron una pancarta de unos 20 metros de largo por 10 de ancho en la playa de Copacabana, la cual simulaba ser un billete de un trillón de dólares, una cantidad que según explicaron los organizadores, es la que destinan los gobiernos mundiales cada año a los subsidios para los combustibles fósiles.
En la pancarta, colocada por las organizaciones no gubernamentales Avaaz y 350.org estaba escrito en inglés "Un billón de sucios dólares" y "Un millón de personas dicen: convierte este billón en verde".
La protesta forma parte de una campaña mundial con la cual se pretenden recoger un millón de firmas contra el uso del dinero de los impuestos para pagar a empresas que producen energías contaminantes del medioambiente.
El director de Campañas de Avaaz, Pedro Abramovay, dijo a Xinhua que las energías sostenibles son caras, pero son caras porque los Estados pagan para que el petróleo sea barato", explicó Abramovay.
El activista dijo que los gobiernos deben destinar el billón de dólares que gastan cada año en subsidios a los fósiles combustibles para fomentar energías alternativas.
"La Conferencia Río+20 es una oportunidad increíble para que consigamos reformar el planeta, pero muchas personas ya están diciendo que la cumbre fracasó antes de que comience", indicó Abramovay.
La organización no gubernamental Avaaz dijo que un fracaso en la conferencia de Río+20 supone un desastre para el planeta, para el multilateralismo y para "la idea de que la gente puede resolver las cosas conversando".
La cumbre de la Río+20 se celebrará entre del 20 al 22 de junio en Río de Janeiro, con la presencia de más de 130 jefes de Estado y de Gobierno.Fin