Al menos 20.000 universitarios nicaraguenses marcharon hoy en la ciudad de León, unos 95 kilómetros al occidente de Managua, para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente.
Allí, los universitarios demandaron la salvación de un caudaloso afluente de Nicaragua, afectado por la construcción de una carretera en territorio de Costa Rica, que de acuerdo con organismos ambientales provoca graves daños en la zona.
El presidente del Centro Universitario, Fernando Montes, dijo a la prensa que la marcha se realizó para concienciar a la población sobre la urgente necesidad de trabajar por la salvación de la tierra y sus recursos, y para respaldar la alerta amarilla decretada por el gobierno en la frontera con Costa Rica.
La marcha que cubrió unos 20 kilómetros de extensión, "también tiene como objetivo despertar conciencia en los nicaragüenses sobre la necesidad de salvar el entorno ecológico del Río San Juan de Nicaragua", subrayó el dirigente.
Montes destacó "los destrozos ambientales" a los que está sometida la vía acuática nicaragüense por la construcción de la carretera costarricense en la margen sur de ese país.
En tanto, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), Róger Gurdián, dijo que la lucha prioritaria para la comunidad universitaria es el tema de la defensa del Río San Juan y los recursos naturales del país.
El viceministro del Medio Ambiente, Roberto Araquistáin, declaró hoy que miles de familias campesinas de la región fronteriza con Costa Rica están en una grave situación de riesgo ante las inundaciones que provocarán las lluvias, y cuyas corrientes no circularán por trechos del río afectados por la sedimentación que provoca la obra costarricense.
El gobierno de Nicaragua declaró una "alerta amarilla", en su frontera sur para encarar una posible situación de emergencia en la región, ocasionada por el deterioro ambiental que causa la construcción de una carretera de 160 kilómetros de largo en territorio costarricense, que se extiende a un costado del afluente nicaragüense. Fin