(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Un 26 por ciento de la población española menor de 18 años (unos 2,2 millones de niños y adolescentes) vivía en hogares en riesgo de pobreza en 2010, según el informe El impacto de la crisis en los niños, hecho público el lunes en Madrid por Paloma Escudero, directora para España del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Esto significa que en España los ingresos anuales de los hogares formados por un matrimonio y dos hijos no superan los 16.400 euros y que, por primera vez, la proporción de niños al borde de la precariedad supera a la de mayores de 65 años, hasta ese año la más afectada, añadió Escudero.
Lo más preocupante, advirtió la funcionaria, es que los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE) para 2011, hacen presagiar que la cifra seguirá aumentando hasta el 26,5 por ciento, mientras que la de ancianos en riesgo se mantendrá en torno al 21,7 por ciento.
“La pobreza tiene cara de niño”, expresó Escudero y añadió que los menores de edad no solo no son ajenos a la crisis económica, sino que la padecen especialmente.
De 2008 a 2010, según el INE, 205.000 niños pasaron a vivir por debajo del umbral de riesgo de pobreza, lo que supone un incremento del 10 por ciento en ese período, mientras el porcentaje de menores al borde de la pobreza extrema, que viven en hogares con menos de 11.000 euros pasó del 9 por ciento en 2008 al 13,7 por ciento en 2010, un nivel que dentro de la Unión Europea solo igualan Rumanía y Bulgaria.
El paro y la reducción de los salarios son las principales causas de la precariedad de la población infantil. Esto se explica, precisa el documento recogido por El País, por una mayor incidencia del desempleo en parejas jóvenes con hijos, que se han visto obligados a reducir sus gastos en productos de primera necesidad, como la alimentación, la atención médica o el material escolar.
Unicef reclama al Gobierno incluir en su agenda política la protección de la infancia. “Los costes de no actuar ahora, no solo afectan a los niños y a las familias más vulnerables ahora, sino que comprometen el crecimiento de la sociedad a medio y largo plazo”, alertó Escudero.
Entre otras propuestas para hacer frente a esta situación, el organismo sugiere la elaboración de un Plan Nacional contra la Pobreza Infantil y la protección de las ayudas económicas que con la crisis han sufrido recortes. El conocido como cheque bebé, prestación de 2.500 euros que recibían las familias por nacimiento o adopción de un hijo, se suprimió en 2011. También se redujo de 500 a 291 euros por hijo la ayuda a cargo de la Seguridad Social para familias con dos menores e ingresos inferiores a 13.000 euros.
Si pudieran decidir, los niños se asegurarían de que todo el mundo tiene algo para comer. En una encuesta a 6.000 escolares, 3.250 dijeron que esa sería su prioridad, por delante de tener una videoconsola, opción que marcaron solo 274 pequeños, relegándola a la cola de sus decisiones.