La BP Biocombustibles, una subsidiaria de la petrolera multinacional BP (British Petroleum), firmó un acuerdo en Brasil en el que se comprometió a financiar estudios para el desarrollo de combustibles vegetales en uno de los países con mayor dominio de la tecnología en el área.

El acuerdo de cooperación y desarrollo científico y tecnológico comprometió a la BP y a la Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Sao Paulo (FAPESP), informó hoy esta institución brasileña dedicada al fomento de las investigaciones científicas.

El convenio tiene duración de diez años y prevé inversiones por hasta 50 millones de dólares en estudios sobre temas como "Biomasa para bioenergía con foco en caña de azúcar", "Proceso de fabricación de biocombustibles" y "Aplicaciones de etanol para motores automotores".

El director científico de la Fapesp, Carlos Henrique de Brito Cruz, calificó el acuerdo como el mayor ya firmado por esa entidad para cofinanciar estudios sobre combustibles vegetales.

"El desarrollo de nuevas tecnologías es esencial para aumentar la productividad y la sustentabilidad de la producción", según Brito Cruz.

"Las nuevas tecnologías también permitirán que el estado de Sao Paulo se mantenga como segundo mayor productor de biocombustibles del mundo, superado tan sólo pro Estados Unidos", agregó.

El presidente de la Fapesp, Celso Lafer, dijo que el acuerdo es parte de los esfuerzos de la entidad para buscar asociaciones con el sector privado, para conectar la universidad a la industria, y para ampliar la aplicación de las investigaciones y el volumen de recursos.

"Esta asociación, que es de largo plazo y cuenta con recursos abundantes y generosos, podrá genera resultados muy positivos", según Lafer.

Por su parte, el presidente de BP Biocombustibles, Mario Lindenhayn, aseguró que el acuerdo refuerza el compromiso de la multinacional por mantener una actividad importante en Brasil.

Lindenhayn aseguró que la BP ya invirtió cerca de 1.000 millones de dólares en tecnología para los biocombustibles en todo el mundo.

"Tras 30 años en Brasil conseguimos aumentar en tres veces la producción de etanol por hectárea. Lo que queremos conseguir ahora con la ayuda de la tecnología es doblar la producción actual sin aumentar el área plantada", afirmó. Fin