La tasa de mortalidad infantil en Brasil se redujo en un 47,5 por ciento en diez años, según los datos del Censo divulgado hoy por el Gobierno que muestran que la cifra ha bajado del 29,7 por ciento en 2000 (lo que equivale a 29,7 muertes de menores de un año por cada 1.000 nacidos) al 15,6 por ciento en 2010.
La presidenta del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), Wasmália Bivar, calificó los datos como "sorprendentes" y que muestran el proceso de desarrollo del país en la última década.
La zona del nordeste es la que registró un avance más significativo, al registrar en 2010 una tasa de mortalidad infantil del 18,5 por ciento (18,5 muertes de menores de un año por cada mil nacidos), ante el 44,7 por ciento de 2000, una reducción del 58,6 por ciento.
El IBGE apuntó a las políticas públicas, el aumento del nivel de escolaridad de la población y a una mayor consciencia de las mujeres en relación al período de gestación las principales causas de la caída de la mortalidad infantil en el país.
A pesar del descenso, Brasil todavía queda lejos de la tasa de mortalidad infantil de los países más desarrollados del mundo, que es de 5 óbitos de crianzas menores de un año de edad por cada mil nacidos.
La parte sudeste del país es la que presenta unos mejores índices, con una mortalidad infantil del 12,6 por ciento en 2010 (en 2000 era del 18,9 por ciento), seguida del sureste, con el 13,1 por ciento (en 2000 tenía un 21,3 por ciento) y el centro-oeste, que registró en 2010 un 14,2 por ciento, ante el 21,6 por ciento de diez años atrás.
Por su parte, la región norte bajó del 29,5 por ciento en 2000 al 18,1 por ciento en 2010. Fin