El gobierno peruano negó hoy el pago de rescate alguno a guerrilleros de Sendero Luminoso por la liberación de los 36 trabajadores secuestrados el lunes pasado y abandonados este sábado en la selva y anunció que mantendrá la persecución de los rebeldes.

Satisfecho por el rescate de los 36 trabajadores del campamento del yacimiento de produccción de gas natural de Camisea, el presidente de Perú, Ollanta Humala dijo que la persecución de los presuntos guerrilleros se mantendrá en la región, mientras autoridades militares y policiales negaron que los rebeldes recibieran rescate alguno.

"Están los 36 sanos y salvos, y se ha dispuesto que las operaciones continuarán hasta capturar a esta columna subversiva", dijo Humala satisfecho por el rescate, vía telefónica desde Cartagena, Colombia, donde asiste a la VI Cumbre de las Américas.

Aseguró que la prioridad de las fuerzas de seguridad peruanas en todo momento fue preservar la seguridad de los trabajadores y reconoció que en ese contexto se han producido algunos enfrentamientos con los rebeldes.

En un comunicado, el Comando Unificado militar y policial que persigue a los presuntos senderistas secundó las declaraciones del presdiente peruano y señaló que las operaciones continuarán hasta encontrar a los guerrilleros involucrados en el plagio.

"El comando unificado continúa con las operaciones en la zona del conflicto, con el fin de capturar a la columna narcoterrorista del secuestro", señaló la autoridad militar.

La mañana de este sábado, el gobernador de la localidad de Chuanquiri (sur), Susano Guillén, anunció que estaban a salvo 36 trabajadores secuestrados por senderistas el lunes pasado en la localidad de Kpashiato, en la región de Cusco (sur), por quienes pedían a una gasera sueca para la que éstos trabajaban, 10 millones de dólares de rescate.

Al respecto, el Comando Unificadon aseguró en su comunicado que los rehenes fueron abandonados en la selva por los senderistas ante la presión de las fuerzas de seguridad.

Los delincuentes se vieron cercados y obligados a intentar una maniobra de fuga, dejando liberados a sus rehenes, informó el comando en un comunicado.

Agrega el boletín que las operaciones militares contrainsurgentes continuarán en la región, una zona selvática, a 1.151 kilómetros al sur de Lima.

El comando sostuvo que las empresas empleadoras, la sueca Skanska y la peruana Estructuras Modulares, no pagaron rescate por la liberación de los 36 trabajadores.

Según la versión del teniente gobernador de Chuanquiri, Susano Guillén, los 36 trabajadores llegaron a su jurisdicción alrededor del medio día, donde recibieron ayuda, y luego partieron en autobús hacia el pueblo de Keteni, donde están sus familiares.

La autoridad local aseguró que todos están sanos y salvos y que para salir de la zona donde los dejaron los senderistas tuvieron que caminar horas hasta llegar a Chuanquiri.

"Hemos recibido a los 36 trabajadores, que tuvieron que caminar siete horas desde el monte para llegar a nuestro poblado, y los hemos recepcionado", precisó.

Los 36 trabajadores, que sufrieron seis días de secuestro en la selva inhóspita, muestran rastros de cansancio propias de la experiencia que les tocó vivir durante su cautiverio.

Estos trabajadores fueron plagiados por los guerrilleros el pasado lunes en una operación de comando que involucró a casi un centenar de hombres armados.

Uno de los trabajadores secuestrados, Juan Choque, se comunicó con el canal de televisión 21 y expresó su satisfacción de que por fin podrá volver a su hogar.

Confirmó que los senderistas abandonaron a los rehenes en la espesura de la selva a tempranas horas de la mañana y que éstos tuvieron que caminar bastante antes de llegar al primer poblado.

Choque precisó que durante su cautiverio los subversivos los trataron con rigor, pero no les hicieron daño, y todos los rehenes fueron liberados sanos y salvos.

El representante de la Defensoría del Pueblo de Cusco, Silvio Campana, precisó que los trabajadores serán examinados por un equipo de médicos para garantizar que se encuentran bien de salud.

Agregó que si presentan problemas de salud, los trabajadores serán trasladados a Lima para recibir tratamiento médico y apoyo profesional por la traumática experiencia que pasaron en cautiverio.

Mientras los 36 trabajadores reciben ayuda sanitaria y humanitaria, en la espesura de la selva cusqueña, alrededor de 1.500 unidades de la fuerzas de seguridad estrechan el cerco contra el grupo armado.

Hasta el momento, las autoridades peruanas no dan detalles sobre enfrentamientos con los rebeldes, aunque versiones extraoficiales informan de algunas bajas entre los uniformados y miembros del grupo armado.

Fuentes extraoficiales, citadas por emisoras locales dieron cuenta que al menos cinco militares murieron en la operación posterior a la liberación.

Indicaron que los restos de los uniformados fueron trasladados por un helicóptero desde la zona de conflicto hacia la ciudad sureña de Quillabamba, en Cusco, hacia sedes militares en la localidad.

La edición digital del diario el Comercio dio cuenta de que, entre otras bajas, una fuente policial indicó la supuesta desaparición de tres agentes de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional. Fin