El Gobierno brasileño destinará mil millones de dólares a la educación rural, que presenta unos índices educacionales más bajos que en el resto del país, incluyendo la construcción de 3.000 escuelas, según afirmó hoy el ministro de Educación, Aloizio Mercadante.
Las acciones se enmarcan dentro del Programa Nacional de Educación del Campo (Pronacampo), que prevé mejorar la infraestructura de las escuelas y la formación de los profesores, además de ampliar el tiempo de permanencia de los alumnos en las escuelas más remotas del país.
El plan incluye también garantizar el abastecimiento de agua y energía eléctrica hasta 2014 a unas 11.000 escuelas que no tienen ni luz eléctrica ni red de saneamiento. Además, se ofrecerán unas 180.000 becas de estudio de educación profesional y se producirá material didáctico específico con temas que traten la realidad en el campo brasileño.
"Fue un error histórico", explicó el ministro de Educación en referencia al abandono que durante décadas han tenido los sucesivos gobiernos brasileños con el campo.
"El campo es el gran responsable por la mejora de las cuentas externas y es un error no dar prioridad para la educación rural como sucedió durante toda nuestra historia", dijo Mercadante.
Las escuelas brasileñas localizadas en las áreas rurales representan el 12 por ciento de las matrículas de educación básica del país.
La tasa de analfabetismo en las zonas rurales entre las personas con más de 15 años es del 23,2 por ciento (contra el 9,6 por ciento de media nacional), mientras que solamente el 15 por ciento de los jóvenes de 15 a 17 años del campo cursan estudios de enseñanza media, y sólo el 6 por ciento de los niños de hasta 3 años tienen acceso a la guardería. Fin