México y China experimentan un auge en sus intercambios comerciales, destacó la titular de la Coordinación para Asia de ProMéxico, Alejandra Sánchez Apodaca. Desde el 2003, China es el segundo socio comercial de México y su desarrollo económico se refleja en la economía mexicana, por lo que en opinión de la economista, el beneficio es mutuo para ambas naciones, aseguró la titular de la Coordinación para Asia de ProMéxico, la agencia promotora de las inversiones y las exportaciones de México. "Los dos países han sabido aprovechar los beneficios mutuos. Prueba de ello es el crecimiento del 1.000 por ciento que nuestro intercambio comercial ha tenido en los últimos 10 años y el desarrollo de nuevas oportunidades de negocio", apuntó. En estadísticas de ProMéxico, en la última década China pasó de ser un mercado productor y exportador, a ser un mercado importador y consumidor de todo tipo de productos; uno de los mercados más competitivos e importantes del mundo que demanda. México aprovecha de manera positiva tanto el desarrollo, como la apertura del mercado chino. En el tiempo referido, las exportaciones mexicanas crecieron más de 1.300 por ciento. Así, en el 2010, China se ubicó como el tercer mercado de exportación para México, principalmente de manufacturas (automóviles, aparatos eléctricos de telefonía, motores y generadores eléctricos), materias primas (cobre y hierro) y bienes de consumo (cerveza, pescados y mariscos, jugos y sus concentrados, papel y cartón). Sánchez Apodaca dijo que ProMéxico es un impulsor del desarrollo de las relaciones comerciales entre ambos países, con la participación en diferentes eventos, promoviendo a diversas empresas mexicanas y chinas interesadas en expandir sus operaciones y proyectos de internacionalización como de inversión.
El 91 por ciento de las importaciones mexicanas procedentes de China son bienes intermedios o de capital, principalmente partes de aparatos (sector electrónico), los que se ensamblan en México, generan empleo y se exportan a otros mercados, lo cual genera un beneficio para ambas economías. "La economía china está vinculada a la economía mexicana. Un mayor crecimiento de la economía china se refleja en mayores y mejores oportunidades para ambos países", señaló. China por su parte, presenta todas las oportunidades de un mercado creciente, donde los productos mexicanos tienen un enorme potencial. La clave para lograr una mayor integración económica entre México y China ?destacó- está en la inversión. ProMéxico busca impulsar la inversión productiva y fortalecer el vínculo de inversión en sectores complementarios como energía, minería, nuevas fuentes de energía, maquiladora de exportación (televisores, teléfonos) e infraestructura. China podría trasladar parte de sus manufacturas a México y utilizarlo no solo como plataforma de abastecimiento para el mercado local, sino para exportarlas al Continente. "De esta manera aprovecharía los beneficios que ofrece México tanto en términos macroeconómicos, como geográficos, mano de obra competitiva, logísticos y de acceso al 60 por ciento del PIB mundial a través de la red de Tratados Comerciales que cubren 44 países", expresó. Los dos países buscan construir un futuro de prosperidad, mediante relaciones comerciales compartidas y de beneficio mutuo, en tanto ProMéxico alienta a inversionistas chinos a incrementar sus inversiones en territorio azteca.
Las economías emergentes juegan un rol muy importante en la actual situación de la economía mundial y por sus niveles de estabilidad económica fungen como motores del desarrollo económico mundial, aseguró la economista. La economías emergentes (Brasil, Rusia, India, China, México, Indonesia y Corea del Sur, entre otras) son claves por su contribución en los mercados internacionales y por el potencial de crecimiento.
En entrevista con Xinhua, la especialista aseguró que estas economías representan oportunidades de negocio que contribuyen a la reactivación de la economía mundial. Fin