(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – La negativa del Senado de Paraguay, aún controlado por el opositor Partido Colorado, volvió a dar al traste con la aspiración de Venezuela de incorporarse como miembro pleno del Mercado Común Suramericano (Mercosur), que el martes clausuró su cumbre en Montevideo, Uruguay.

Los senadores paraguayos del Partido Colorado, mantienen su postura de que en Venezuela no rige una democracia plena y aún cuando los cuatro Gobiernos que conforman el bloque (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), en manos de la izquierda, respaldan el ingreso de Caracas, los estatutos impiden, un año más (y ya van 13), que ese paso se concrete.

De poco valió nuevamente el reclamo del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien llamó en la capital uruguaya a “acelerar la marcha” del Mercosur ante la crisis financiera internacional e instó al Senado de Paraguay aprobar la adhesión de su país al bloque.

“Estamos batallando por unirnos y, si no lo logramos, no habría futuro. Necesitamos a la América del Sur como un solo bloque. Tenemos cómo. Falta más el querer, la voluntad de poder para poder”, afirmó el mandatario y añadió que “mucha burocracia se atraviesa en el camino y muchas manos interfieren”.

“Es increíble lo que ha tardado Venezuela en incorporarse al Mercosur. Van 13 años ya, pero un pequeño grupo de personas se ha plantado allí, con intereses inconfesables, y ha logrado evitar el ingreso”. “Sin embargo, nos sentimos miembros, porque somos asociados”, agregó.

Chávez subrayó que este tema “es demasiado importante para dejarlo en mano de cinco personas”, en alusión a los votos que faltan en el Senado paraguayo para conseguir la aprobación.

El presidente uruguayo y anfitrión de la cumbre, José Mujica, anunció que se creará una comisión que analizará la incorporación del país caribeño y también la eventual petición de Ecuador de sumarse al bloque, algo que su jefe de Estado, Rafael Correa, aún no ha decidido.

Venezuela, Ecuador, Chile, Bolivia, Colombia y Perú son países asociados a Mercosur, comparten una zona de libre comercio, pero no pertenecen de forma plena al bloque, cuya característica principal es la unión aduanera. La adhesión de Venezuela se acordó en 2006, pero aún falta que sea ratificada por el Parlamento de Paraguay.

Mujica propuso un “nuevo criterio jurídico” para evitar que los parlamentarios ratificasen los acuerdos firmados por los jefes de Estado y Argentina lo respaldó, pues según su canciller, Héctor Timerman, “Venezuela no puede seguir esperando para dejar de ser un ciudadano de segunda categoría”.

Pero el brasileño que oficia de alto representante del bloque, Samuel Pinheiro Guimaraes, advirtió sobre las carencias de la moción uruguaya: “Para cambiar los criterios de admisión, deberíamos también pasar por los Parlamentos. El problema sería el mismo”.

Desde su nacimiento, en 1991, Mercosur ha tenido siempre los mismos cuatro integrantes, y además de Venezuela, Ecuador evalúa actualmente su incorporación plena. “La visión internacional de Mercosur es muy cercana a la de Ecuador”, por ejemplo, en la resistencia a suscribir tratados de libre comercio con otros bloques o países en el mundo, o la renuencia a la suscripción de tratados de protección recíproca de inversiones con potencias mundiales, admitió el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.

Pero para sumarse al bloque, Quito tendrá que abandonar la unión aduanera a la que ya pertenece, la Comunidad Andina de Naciones (CAN), de la que forman parte también Perú, Colombia y Bolivia, y de la que se marchó Venezuela para acoplarse a Mercosur.

Otro de los asuntos que han acordado los presidentes es dar el sí a la propuesta argentina de que ningún país del bloque permita que amarren en sus puertos barcos de bandera de las islas Malvinas, que se encuentran bajo ocupación británica, pese a la reclamación argentina de su soberanía.

Uruguay ya lo ha hecho la semana pasada, lo que provocó que Reino Unido llamara a consultas al embajador uruguayo en Londres. “La medida se toma simplemente en un hecho de coherencia política. Verdaderamente Uruguay ha tenido una posición muy anticolonialista y de descolonización”, explicó el canciller uruguayo, Leonardo Almagro.