(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – No le bastó al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con cancelar los fondos que su país aporta a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), una vez dado a conocer el resultado de la votación que admitió como miembro pleno de ese foro a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), esta última también tendrá su castigo por atreverse a desoír las advertencias de Israel y la tensión apunta a que las cosas pudieran ir a peor.
La ira que desató en tierras judías el reconocimiento de Palestina por 107 países como el miembro número 174 de la Unesco, llevó a Netanyahu y a los siete principales ministros de su Ejecutivo a anunciar la aceleración de la construcción de 2.000 viviendas en los territorios ocupados de Jerusalén, Gush Etsion y Maale Adumim, “zonas que en cualquier futuro acuerdo de paz quedarán bajo control israelí”.
Para el Gobierno israelí, la iniciativa “unilateral” de la ANP de acudir a la ONU, “viola los Acuerdos de Oslo y huye de las negociaciones directas” a través de las cuales se debe buscar la creación del Estado palestino “con los pertinentes mecanismos de seguridad”.
Su respuesta dirigida a uno de los temas más complejo de las conversaciones que ambas partes han mantenido en el pasado, el de las colonias israelíes más allá de la Línea Verde, pudiera no ser la última y de hecho ya Tel Aviv congeló el dinero que retuvo a la ANP por concepto de impuestos y aduanas.
Pero si bien algunas voces dentro del Gobierno son partidarias de ser más fuerte aún, otras advierten que una cosa es castigar y otra contribuir a la ruina del vecino territorio. Uno de ellos es el ministro de Defensa, Ehud Barak, que teme sobre todo que las sanciones económicas conduzcan al fin de la cooperación en materia de seguridad con las fuerzas palestinas.
“La petición palestina en la Unesco y en la ONU es parte de su estrategia de evitar negociar de forma directa con este Gobierno y deslegitimar al Estado de Israel en los foros donde siempre hay mayoría contra nosotros. Prefieren tener un Estado sin comprometerse en temas de seguridad y sin renunciar a nada”, afirmó el viceprimer ministro, Moshe Yaalon.
Del lado de la ANP, el anuncio de Netanyahu en medio del regocijo por la admisión en la Unesco también causó enfado. Nabil Abu Rudeina, portavoz presidencial palestino, comentó que “la aceleración de la construcción de 2.000 viviendas en las colonias acelerará la destrucción del proceso de paz, mientras que la congelación de la transferencia de los fondos es un robo del dinero palestino”.
La Autoridad Nacional Palestina definió la respuesta israelí como “inhumana” o “chantaje” y exigió una condena internacional por lo que consideró un paso más en la dirección contraria a la fórmula de dos Estados.
Las nuevas tensiones se generan a poco más de una semana de que el Consejo de Seguridad de la ONU discuta la petición de la ANP para ser reconocida como Estado de pleno derecho, a la cual Estados Unidos ya ha dejado claro que interpondrá su derecho al veto.