(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Por unanimidad, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) decidió poner fin el 31 de octubre próximo a la resolución 1973 del pasado mes de marzo que autorizó el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Libia y las operaciones militares de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), fundamentales en la caída del régimen de Muamar Gadafi.
Pese al interés del Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia de que no se levantase la zona de exclusión aérea ni se retirasen las tropas de la OTAN, para evitar el resurgimiento de las fuerzas leales a Gadafi, los 15 miembros del CSNU respaldaron la nueva resolución redactada por Rusia, que criticó las operaciones militares de la Alianza Atlántica por ir más allá del mandato de la Resolución 1973 para la protección de los civiles libios.
El documento, que deja sin efecto lo dispuesto en marzo, con la abstención de Rusia y China, reitera el “fuerte compromiso con la soberanía, independencia e integridad territorial y unidad nacional de Libia” y expresa la esperanza de Naciones Unidas de que el futuro del país árabe esté basado “en la reconciliación nacional, la justicia, el respeto a los derechos humanos y el régimen de la ley”.
Los miembros del Consejo, que saludaron “los acontecimientos positivos en Libia” y la posibilidad de que estos mejoren “las perspectivas para un futuro democrático, pacífico y próspero” en Libia, llamaron a establecer pronto “un gobierno de transición incluyente y representativo” e insistieron en “la necesidad de que el periodo de transición esté fundamentado en un compromiso con la democracia, el buen gobierno, el régimen de la ley, la reconciliación nacional y el respeto a los derechos humanos y las libertades”.
Asimismo, exhortaron “a las autoridades libias a abstenerse de represalias, incluidas las detenciones arbitrarias” y pidieron “tomar todas las medidas necesarias para evitar represalias, encarcelamientos erróneos y ejecuciones extrajudiciales”, en clara referencia a la ejecución sumaria de Gadafi y cientos de sus seguidores.
El mismo día el CNT anunció que llevará ante la justicia a los rebeldes que mataron Gadafi, ante la repercusión internacional y los daños que ha causado a la imagen del nuevo régimen libio las violentas circunstancias en las que murieron el ex gobernante, su hijo y muchos de sus colaboradores.
En un principio el Consejo informó que Gadafi había muerto al resistirse a ser capturado. Luego de difundirse los primeros videos de los hechos, cambió su versión y dijo que el desenlace se produjo en “un fuego cruzado tras la captura”.
Pero los propios rebeldes que arrestaron al coronel gritaron a pecho abierto que le habían dado muerte con un tiro en la sien y dos en el pecho y algunos se identificaron sin reparos ante los medios como los autores de los disparos y se vanagloriaron por su acción.
Aunque ya nadie cuestiona que esta última es la versión cierta, el Consejo de Derechos Humanos de la Naciones Unidas ha pedido que se arroje luz sobre las “circunstancias” que rodean la muerte de Gadafi y se determine si fue ejecutado por sus captores, por lo que solicitó una “investigación amplia”.
Coincidiendo con la decisión del CSNU, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, anunció que el bloque concluirá sus operaciones en Libia el propio 31 de octubre y agregó que no espera que la alianza desempeñe un “papel destacado” en el país en el periodo posterior al conflicto.
Durante una conferencia de prensa ofrecida tras una reunión con la canciller alemana Angela Merkel, Rasmussen dijo que la OTAN tomará la decisión formal de concluir la misión libia cuando su organismo encargado de tomar decisiones, el Consejo del Atlántico Norte, se reúna el viernes en Bruselas.
En relación con el interés del CNT de que las fuerzas de la alianza amplíen su misión en el país árabe hasta finales de 2011, Rasmussen comentó que no prevé un papel destacado de la OTAN en Libia en los próximos meses.
“Si lo solicitan, podemos asistir al nuevo Gobierno libio en la transformación hacia la democracia, por ejemplo en la reforma del sector de defensa y seguridad, pero no esperaría nuevas tareas más allá de eso”, señaló.