El presidente de Haití, Michel Martelly, inauguró hoy en compañía de la reina Sofía de España, quien llegó ayer a la nación antillana, los trabajos de construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales en las afueras de Puerto Príncipe.
La planta de tratamiento de aguas residuales depurará, junto a otra ya construida, los restos fecales de los campamentos de desplazados del terremoto de 2010 que dejó al menos 230.000 muertos.
El proyecto es financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), con una inversión de 1,9 millones de dólares, y servirá para tratar aguas residuales de los hospitales que brindan servicios a los afectados por cólera que ha matado a más de 6.000 desde octubre del 2010 en Haití.
Con la implementación de este sistema de saneamiento, las aguas contaminadas que darán libres de bacterias en un 90,0 por ciento antes de su vertido al Mar.
Al menos 600.000 personas viven bajo lonas y precarias tiendas de campaña distribuidas por Puerto Príncipe luego de perder todas sus pertenencias personales tras el devastador terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter que azotó al país, dejando al menos un millón de damnificados y miles de mutilados.
La miembro de la realeza española sostuvo que la planta situada en Titanyen, ubicada a unos 30 kilómetros al norte de Puerto Príncipe, capital de Haití, es "una pieza esencial y simbólica de la acción de España en Haití", y destacó la "importante contribución en la lucha contra el cólera" que representa.
La reina dijo que este trabajo demuestra que los dos países son capaces de actuar unidos en favor del desarrollo de Haití.
La reina partirá esta misma noche con destino a Miami, tras el fin de su jornada de trabajo, donde ofrecerá mañana una recepción a la colonia española e inaugurará un centro cultural ejecutado con fondos de la Cooperación Española.
Por su parte, el presidente haitiano anunció que promulgó un decreto que declara de utilidad pública los terrenos donde se edifica la instalación, cuyos terrenos habían sido reclamados por un grupo de familias haitianas, situación que había paralizado el proyecto cuando ya estaba muy avanzada su construcción.
Los trabajos se reanudarán de manera inmediata y la planta podría estar en pleno funcionamiento dentro de cinco o seis meses, si se cumplen las previsiones.
El presidente Martelly afirmó que la inauguración del recinto es una muestra de que "el nuevo Haití renace" y su construcción prueba que el país está avanzando hacia una nueva era de mayor progreso y bienestar.
Las condiciones sanitarias de Haití son casi inexistentes, tiene carencia de letrinas y agua potable, lo que convierte a la nación en foco de epidemias, es por ello que la planta de tratamiento permitirá a los haitianos mejorar el manejo cotidiano ante la presencia de una epidemia y los embates de un terremoto. Fin