Agentes de las fuerzas de seguridad de Portugal comenzaron hoy la denominada "semana de indignación de los policías", a través de la cual exigen al gobierno la aplicación de las tablas remuneratorias que debieron entrar en vigor el 1 de enero de 2010.
La iniciativa fue convocada por la Comisión Coordinadora Permanente (CCP) de los Sindicatos y Asociaciones de Profesionales de las Fuerzas y Servicios de Seguridad.
La semana de protesta comenzó este miércoles con una reunión en Oporto, en el norte del país, y concluirá el 28 de septiembre con una manifestación en Lisboa.
La única manera de desistir de esta semana de protesta, según el secretario nacional de CCP, Paulo Rodrigues, es que el Ministerio de Administración Interna (MAI) garantice que entran en vigor las nuevas remuneraciones para todos los profesionales de las fuerzas de seguridad.
"Se tienen noticias de que el presupuesto del MAI va a aumentar el próximo año, lo cual son buenas noticias, pero nada garantiza que los problemas estén resueltos", afirmó el presidente de la Asociación Sindical de los Profesionales de la Policía (ASPP), Paulo Rodrigues.
"Si no aumentan el presupuesto tendremos que cerrar la puertas de la policía", declaró el líder sindical a periodistas.
Entre las acciones previstas esta semana de protesta está el multar a menos personas y faltar al trabajo de forma legal, a través de atestados médicos.
La semana pasada el ministro de Administración Interna, Miguel Macedo, afirmó en el parlamento que el margen de maniobra heredado del anterior gobierno socialista es "muy reducido".
Para resolver el problema, indicó, se deben actualizar las remuneraciones de todos los elementos de la Policía y de la Guardia Nacional Republicana, lo cual implica un coste de 60 millones de euros (unos 84 millones de dólares). Fin