(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Decenas de miles de personas (35.700 según los organizadores) pertenecientes al denominado Movimiento 15-M volvieron a concentrarse el domingo en la céntrica Puerta del Sol de Madrid, para reiterar su descontento con la situación que vive el país y exigir reformas políticas, económicas y sociales.

Los indignados, muchos de los cuales llegaron a la capital en marchas a pie desde otras ciudades españolas o en más de 30 autobuses, partieron de la glorieta de Atocha coreando consignas contra los partidos políticos, a los que acusan de no representar los intereses del pueblo.

En un ambiente pacífico y festivo, reseña El País, los asistentes (jóvenes, familias con hijos, músicos, ciclistas, un grupo a favor del pueblo sirio...) portaban cientos de pancartas con frases que se oyen en todas las concentraciones desde el pasado 15 de mayo: “Dormíamos, despertamos”, “Un mundo sin muros”, “Parados, moveos”, “La banca al banquillo”....

Los manifestantes, que esta vez fueron convocados bajo el lema “No es una crisis, es el sistema”, fueron recibidos en la Puerta del Sol por un gran cartel que decía “Bienvenida, dignidad”, y en su marcha por algunas de las principales arterias madrileñas realizaron una parada frente al Ministerio de Sanidad, otra delante del Congreso de los diputados, al que un fuerte cordón policial les impidió acercarse, el Ayuntamiento de Madrid, el Banco de España y otras instituciones gubernamentales o económicas.

Frente al edificio del Congreso, la plataforma del 15-M recordó a los agentes del orden que “los domingos no se trabaja” y amenazaron con acampar nuevamente en sus inmediaciones. “¿Habéis traído chaqueta? Vamos a pasar la noche aquí”, mientras las decenas de policías que se encontraban en el lugar permanecían de brazos cruzados.

De allí, la mayoría decidió regresar a Sol, donde permanecen varios centenares de personas y hay programadas asambleas y grupos de trabajo, o al Paseo del Prado, donde se disponían a pasar la noche.

Algunos participantes en la marcha pintaron la fachada de la sucursal del banco Santander en la confluencia de la calle de Alcalá y la Gran Vía y un numeroso grupo, además, rompió el trayecto programado y accedió a la Puerta del Sol por la calle Preciados en lugar de por Alcalá.

Las horas previas a la concentración, agrega el diario, transcurrieron con tranquilidad y el único incidente se produjo en la tarde, cuando un grupo de unos 100 indignados que pasaron la noche en el Paseo del Prado cortaron el tráfico en la plaza de Cibeles durante unos 20 minutos.

Los acampados se quejaban de que les habían cortado el agua de las fuentes y de las bocas de riego de las jardineras y no podían ducharse ni cocinar. Una veintena de agentes de la policía trataban de dispersarlos mientras los indignados respondían con lemas. “Se va a acabar la paz social” coreaban. Al final, y sin intervención física de los agentes, los activistas decidieron dejar fluir de nuevo el tráfico.

Tras 34 días de recorrido explicando las razones del Movimiento 15-M y celebrando asambleas para recoger las demandas de los ciudadanos, la llegada de los indignados a Madrid ha estado marcada por el cansancio. Para corresponder a los aproximadamente 550 peregrinos que desde el viernes fueron entrando a pie en Madrid, las asambleas de los barrios de la Comunidad les recibieron con los brazos abiertos, agua y comida.