El gobierno boliviano anunció hoy el despliegue masivo de efectivos militares de las Fuerzas Armadas para enfrentar los chaqueos, quemas indiscriminadas e incendios forestales en varias regiones de Bolivia.

La ministra de Defensa Nacional, Cecilia Chacón, informó que se está disponiendo a 8.430 militares por aire y tierra en un agresivo plan contra los incendios forestales y controlar 1.030 focos de calor identificados en el país hasta fines de mayo.

"El agresivo plan tiene el objetivo de reducir este año de manera efectiva la pérdida de miles de hectáreas por deforestación, causadas por los focos de calor, incendios y la emisión de gases de efecto invernadero", afirmó la ministra.

Según Chacón, las Fuerzas Armadas son la columna vertebral del Plan para la Prevención, el Monitoreo y Combate de Incendios Forestales, el cual requiere una inversión de 28 millones de dólares para el equipamiento y gastos operativos.

Bolivia recibe cooperación de Brasil, que brinda información diaria a través de uno de sus satélites sobre los focos de calor en el país andino amazónico.

Según el gobierno, hasta el momento se han identificado 1.600 focos de calor que deben ser controlados a través del plan que es impulsado por los Ministerios de Defensa y Medio Ambiente.

La intensa campaña nacional de prevención y combate de incendios forestales buscará reducir la quema de bosques en el país, que según las autoridades son ocasionados en un 85 por ciento por la mano del hombre.

El Ministerio de Medio Ambiente lanzó el pasado 14 de junio la iniciativa e informó que desde abril y hasta la fecha se han detectado 1.681 focos de calor en todo el territorio nacional.

Paralelamente, en Santa Cruz, el director ejecutivo de la Autoridad de Bosques y Tierras, Clíver Rocha, aclaró que en el país hay leyes para una quema controlada, para evitar daños irreparables.

A su vez, la viceministra de Medio Ambiente y Agua, Cintia Silva Maturano, explicó que la campaña será acompañada por varias entidades y grupos de la sociedad civil, como la ABT, las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, las instituciones públicas, privadas, las organizaciones sociales y la sociedad civil en general.

"La naturaleza tarda de 60 a 100 años en reponerse de una quema", señaló para luego resaltar que en un daño ambiental no sólo se lamenta la pérdida de árboles, sino también la pérdida de la fauna y la flora de los ecosistemas.

El Ministerio de Medio Ambiente identificó a los departamentos de La Paz, Santa Cruz, Beni, Pando y Chuquisaca como los más vulnerables a los incendios y a la presencia de focos de calor.

Al respecto, explicó que el Ejecutivo ha decidido encarar el desafío de buscar una solución efectiva e integral a este problema, que cada año se presenta con quemas que consumen los bosques.

El plan boliviano contra las quemas forestales fue presentado a la cooperación internacional, que acogió bien la iniciativa y expresó su disposición de prestar cooperación y aprobar recursos adicionales.

Esta campaña necesita una inversión de 27,9 millones de dólares, de los cuales el gobierno de Evo Morales cuenta con una contraparte de 9,3 millones y el saldo, que asciende a 18,6 millones, será financiado por la cooperación internacional.

Con esos recursos se equiparán aeronaves con cisternas para apagar los incendios, además de equipos de operaciones por los funcionarios que acudan a esas áreas.

LA DESTRUCCION

De acuerdo con estimaciones de la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), los casi 59.000 incendios y quemas provocados en todo el territorio en 2010 destruyeron un total de 4,8 millones de hectáreas, especialmente en los departamentos de Santa Cruz, Beni, La Paz y Pando.

Estas quemas, que se dan cada año, se registraron entre los meses de junio y octubre.

Al respecto, el jefe de desmontes e incendios de la ABT, José Luis Osinaga, detalló, en entrevista con Xinhua, que el año pasado se contabilizaron 59.962 focos de calor, con una mayor concentración en el departamento de Santa Cruz, donde se registraron 33.000 focos de calor, loq ue afectó una superficie superior a los 2,6 millones de hectáreas.

En segundo lugar, citó al Departamento del Beni, donde se realizaron 22.000 quemas que destruyeron 1,8 millones de hectáreas; le sigue La Paz, con 1.593 focos de calor que afectaron 157.312 hectáreas y el Departamento de Pando, con 24.426 hectáreas destruidas.

Osinaga explicó que la estrategia de seguimiento, control y prevención de las quemas e incendios forestales busca la protección de los recursos forestales y del medio ambiente, a través de la sensibilización, persuasión, regularización, control y sanciones a aquellas personas que incurran en actividades de quema no regulada.

Esta estrategia contempla acciones de comunicación, capacitación con actores directos de la sociedad, así como movilización y organización con la sociedad civil, lo que implica acuerdos base, planes de trabajo y acciones concertadas especialmente con los sectores productivos, autoridades locales y organizaciones sociales.

Según la autoridad, a esta estrategia se suma el control efectivo que realiza la entidad a través del monitoreo, mediante imágenes satelitales y también inspecciones en las áreas, constitución de brigadas que van a estar compuestas por la fuerza pública, la autoridad competente y la fiscalía.

Además, explicó que se fijó el objetivo de reducir las quemas en forma gradual y considera que se debe trabajar en un programa que contemple la aplicación de nuevas tecnologías y nuevas prácticas, con el objetivo primordial de reducir la quema paulatinamente.

En ese sentido, explicó que los agricultores y los ganaderos que se dedican al chaqueo de sus terrenos para mejorar el pastoreo y extender la frontera agrícola tendrían que realizar quemas controladas. Fin