Por Zhou Luxi

(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Brasil, el mayor país de Sudamérica, se ha convertido en una estrella ascendente de la escena internacional y un importante socio de China. Durante el primer viaje a la región del presidente Obama en marzo, Estados Unidos alabó a Brasil como fuerza económica en expansión y mercado exportador en ebullición. Algunos analistas describieron la situación como que China invitaba a Brasil a aliarse con ella y que Estados Unidos extendía sus brazos hacia Sudamérica en un esfuerzo por reforzar su posición en el mundo post-estadounidense.

Estados Unidos y China tienen una relación dinámica y compleja. Cualquier disputa entre los dos países tiene enormes implicaciones globales. De manera similar, cualquier asunto global puede tener impacto sobre las relaciones bilaterales. La cuestión es si la estrella ascendente de Brasil tendrá influencia sobre la relación Estados Unidos – China. Y la respuesta es sí.

Brasil tiene una actitud neutra hacia Estados Unidos y China. Cualquier movimiento de Brasil podría varias las expectativas respecto al equilibrio de poder en el futuro, influenciando así las relaciones entre Washington y Pekín. Brasil está geográficamente próximo a Estados Unidos, pero históricamente, los dos países no están cerca. Mientras que para los estadounidenses Brasil es Río de Janeiro y sus hermosas playas, los chinos comparten la imagen de una nación en rápido desarrollo.

Ahora, con su desarrollo, Brasil reconoce la importancia de las oportunidades de mercado con las dos mayores economías del mundo. También se percata de que necesita el apoyo político de estos dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero no va en interés de Brasil elegir entre Estados Unidos o China. Primeramente, no hay dos bandos. La relación bilateran Estados Unidos – China es estratégicamente cooperativa. Segundo, Estados Unidos y China tienen intereses que se solapan en Brasil. Una estrategia de beneficio común es siempre una mejor opción que la competencia improductiva. En tercer lugar, Brasil es el quinto país del mundo por población con un potencial de crecimiento sustancial. En vez de apostar por la relación Estados Unidos – China, Brasil podría convertirse en un socio no sólo en la relación entre Washington y Pekín, sino en las relaciones internacionales en general