El gobierno cubano ajustará las leyes vigentes a las decisiones que se adopten en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), a celebrarse el próximo mes de abril, para debatir los cambios anunciados por el presidente de Raúl Castro, en la "actualización del modelo económico" de la isla.

"Ello impondrá una actualización normativa y el perfeccionamiento legislativo en el país, en correspondencia con la nueva realidad nacional y los objetivos propuestos", dijo la ministra de Justicia, María Esther Reus, citada este sábado por el diario "Granma".

Reus, quien se refirió a la venidera reunión durante un congreso de Justicia celebrado esta semana en La Habana, subrayó que en el nuevo contexto será "vital" que las empresas cubanas perfeccionen su productividad y los procesos de contratación económica, lo cual -dijo- "elevará el papel del asesoramiento legal".

El Congreso, que sesionará del 16 al 19 de abril próximo, solo discutirá temas económicos, tal y como adelantó meses atrás el presidente y segundo secretario del PCC, Raúl Castro, al anunciar el inicio de la discusión pública del "Proyecto de Lineamientos de la política económica y social", un texto que debe ser aprobado por la reunión de los comunistas cubanos.

El documento, que contiene 291 medidas de diversa índole, fue discutido durante varios meses no sólo por los militantes comunistas, sino por casi toda la población de la isla, en asambleas realizadas en centros de trabajos, escuelas, universidades y barrios.

En dichas reuniones, muchas personas han pedido modificar regulaciones jurídicas, e incluso la Constitución, para poder llevar adelante el llamado presidencial de diciembre último, de rectificar "los errores cometidos" en la construcción del Socialismo.

"O rectificamos o ya se acaba el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos (...) el esfuerzo de generaciones enteras", aseveró Castro en un severo discurso de dos horas para clausurar la última sesión anual de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral). En su discurso, Castro instó a los militantes comunistas a un "cambio de mentalidad" para aceptar las nuevas formas de iniciativa privada y "no generar estigmas ni prejuicios" en torno a ellas, en referencia al programa gubernamental que incluye la reducción de la burocracia, apertura al sector privado y capital extranjero, descentralización económica, eliminación de subsidios y aumento de impuestos.

El programa de reformas que impulsa el gobierno cubano incluye el recorte de 500.000 empleos estatales en este año, para lo cual se autorizó a los cubanos a abrir pequeños negocios en 178 oficios distintos.

En una práctica que es habitual en la isla, el principal texto del Congreso fue discutido, de acuerdo por el diario Granma, en 120.113 reuniones con más de 2 millones 346.000 intervenciones "que se agruparon en 619.387 propuestas de supresiones, adiciones, modificaciones, dudas y preocupaciones acerca del contenido del proyecto de Lineamientos".

El rotativo explicó que como resultado de esas discusiones habrá una nueva versión del documento, para que sea evaluada antes del evento en el que participarán 1.000 delegados, la menor cantidad en la historia de esos congresos, "en correspondencia con la racionalidad y funcionalidad que exigen los tiempos actuales".

El millar de delegados tendrá que votar las reformas económicas impulsadas por Castro, cuyo gobierno ha estado bajo presión de los acreedores por el pago de las deudas y por varias décadas de crisis económica.

Al VI Congreso le seguirá antes de finales de 2011 una Conferencia Nacional del Partido que, según el mandatario, analizará entre otros aspectos "las modificaciones a los métodos y estilos de trabajo de la organización partidista".

Pero para que no haya dudas sobre el carácter de la transformación en ciernes, la reunión comunista comenzará con un desfile militar y popular el 16 de abril próximo, horas antes del inicio del VI Congreso.

El desfile, que se celebrará en la habanera Plaza de la Revolución, "tiene muchas razones para ser histórico, en especial por estar dedicado a los jóvenes, en cuyos hombros descansa la continuidad del proceso revolucionario", escribió días atrás el órgano oficial del PCC.

Castro afirmó que este Congreso, el primero que se celebra desde 1997, "debe ser, por ley de la vida, el último de la mayoría de los que integramos la generación histórica.

"No nos creemos más inteligentes o capaces que nadie, ni nada por el estilo, pero sí estamos convencidos que tenemos el deber elemental de corregir los errores que hemos cometido en estas cinco décadas de construcción del socialismo en Cuba, y en ese propósito emplearemos todas las energías que nos quedan", afirmó al clausurar la última sesión parlamentaria anual.

Castro aseguró que la isla no regresará "al pasado capitalista y neocolonial", y que "la planificación y no el libre mercado será el rasgo distintivo de la economía" en el futuro, sin que se permita la concentración de propiedad.

En la fecha elegida para el desfile e inicio del Congreso se celebrarán también los aniversarios 50 de la proclamación del carácter socialista de la Revolución por parte de Fidel Castro y de la victoria de Playa Girón (Bahía de Cochinos), tras el desembarco de fuerzas cubanas en el exilio, respaldadas por Estados Unidos. Fin