(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó este lunes su preocupación por la irrupción de fuerzas de Arabia Saudita en territorio de Bahréin, a petición del Gobierno, y el número de víctimas que están dejando las protestas antigubernamentales en ese país árabe.

A través de un comunicado dado a conocer por su vocero oficial, Ban Ki-moon llamó la atención sobre el incremento de la violencia y criticó la presencia de tropas extranjeras auspiciadas por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en territorio bahrení.

La ONU está en contacto con el Gobierno y la oposición de Bahréin, añade la nota, en la que el titular del máximo órgano internacional ratifica su confianza en los medios pacíficos como vía para garantizar la unidad y la estabilidad nacional y llama a las partes involucradas a evitar el uso de la fuerza y la violencia.

Es necesario, insiste, abrir un amplio diálogo nacional en busca de un arreglo con el respaldo de los países vecinos y de la comunidad internacional.

Las fuerzas sauditas, unos mil soldados apoyados por más de 100 carros de combate, entraron el domingo en Bahréin en respuesta al pedido de la monarquía de la dinastía suní Al Khalifa, para sofocar las protestas que tienen lugar desde el pasado 14 de febrero y hasta el momento han dejado siete opositores chiítas muertos.

Los soldados forman parte de la fuerza común del CCG, llamada “Escudo de la Península”, y su llegada fue mostrada este lunes por la televisión estatal de Bahréin.

En un comunicado oficial difundido más tarde, las autoridades bahreiníes anunciaron que “las fuerzas del Escudo de la Península llegaron a Bahréin (...) para ayudar a garantizar la seguridad de los ciudadanos, de los residentes y de las infraestructuras vitales”.

Pero la oposición ha denunciado la presencia de los militares sauditas como una “ocupación flagrante” y siete partidos señalaron que “el pueblo de Bahréin enfrenta un peligro real: el de una guerra contra los ciudadanos bahreiníes sin declaración de guerra”.

Por su parte, los Emiratos Árabes Unidos enviaron "unos 500 policías" para ayudar a las autoridades a restaurar el orden, anunció en París el ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos, el jeque Abdalá ben Zayed, antes de reunirse con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.

Precisamente desde Estados Unidos, el portavoz de la Casa Blanca, Tommy Vietor, pidió “respetar los derechos” de los habitantes de Bahréin. “Exhortamos a nuestros aliados del CCG a la moderación y a respetar los derechos de los bahreiníes y a actuar para favorecer el diálogo en lugar de impedirlo”.

El arribo de las tropas extranjeras tiene lugar después de una intensificación de la movilización de manifestantes chiítas, que el lunes bloqueaban los accesos al centro de Manama, donde se encuentran el barrio de negocios y los edificios públicos, según un corresponsal de la AFP.

La ciudad está casi paralizada por una huelga general convocada por los sindicatos para protestar contra la represión de las manifestaciones. El domingo pasado, los manifestantes chiítas fueron dispersados por la policía ante el distrito financiero de Bahréin, un centro bancario regional y archipiélago estratégico que aloja a la V Flota de Estados Unidos.

Arabia Saudí es el líder del CCG, una agrupación de las monarquías árabes del Golfo, de las cuales forman parte Bahréin y Emiratos Árabes Unidos y que incluye también a Qatar, Omán y Kuwait.