Los esfuerzos de búsqueda en el edificio hundido de la cadena de televisión Canterbury TV (CTV), en el centro de la ciudad neozelandesa de Christchurch, han concluido oficialmente, sin haber encontrado más cadáveres.
El coordinador del servicio de búsqueda del Departamento de Bomberos, Paul Baxter, dijo el domingo en una rueda de prensa conjunta que cada uno de los escombros en el lugar fue revisado por los trabajadores, y que están satisfechos con el trabajo culminado.
El número oficial de los muertos por el sismo que tuvo lugar el 22 de febrero pasado se ha elevado a 166, después de que fuera encontrado un cadáver bajo los escombros en el distrito comercial central.
Las autoridades indicaron que esperan que el número de muertos llegue a 200, a pesar de que no se encontraron cadáveres en la catedral de Christchurch, en donde se creía que 22 personas habían perdido la vida.
El superintendente Sam Hoyle dijo el domingo que el proceso de identificación de las víctimas tomará meses.
"El grupo de Identificación de Víctimas por Desastres (DVI, siglas en inglés) sabe mejor que nadie que muchos familiares están a la espera para recuperar a sus seres queridos", dijo Hoyle, y añadió que "sabemos que es difícil esperar, pero tenemos que superarlo".
Mientras tanto, el oficial de policía explicó que "el severo tipo de lesiones" crea la posibilidad de que algunos de los familiarse nunca recuperen los cuerpos de sus seres queridos.
La mitad de las zonas acordonadas han sido reabiertas en el centro de Christchurch, mientras que los propietarios y arrendatarios de establecimientos han comenzado a regresar para evaluar daños y recuperar objetos de valor.
El alcalde de Christchurch, Bob Parker, indicó que es crucial recuperar el centro comercial de la ciudad, ya que es el lugar donde se concentran el 15 por ciento de la mano de obra nacional.
La zona fue abierta al público a las 14:00 hora local.
Parker añadió que el 95 por ciento de la ciudad dispone de la electricidad, mientras que el 81 por ciento cuenta con el agua.
Hasta ahora, los trabajadores han removido 260.000 toneladas de cieno de las calles y propiedades. Fin