“Gadafi no tiene función oficial para renunciar. Gadafi es un símbolo”, agregó el coronel cuyo único título es el de “Guía de la Revolución”, al conmemorar el 34º aniversario de la instauración de la “Jamahiriya” (“Estado de las Masas” Árabe, Popular y Socialista) ante un auditorio que lo ovacionaba.

Gadafi agitó el espectro de la red islamista Al Qaeda como responsable de la rebelión, amenazó con sustituir a las petroleras occidentales por compañías de China e India y volvió a negar la existencia de manifestaciones en el país, a pesar de que los insurrectos controlan varias ciudades y regiones.

En cambio, organismos internacionales, fuentes diplomáticas y organizaciones no gubernamentales, fijan en más de mil el número de muertos en todo el país desde que se inició la revuelta, el pasado 15 de febrero, aunque la Liga Libia de Derechos Humanos habla de unos 6.000 muertos.

Sin embargo, Gadafi invitó a la ONU a enviar una comisión de investigación “para aclarar las circunstancias en las que murieron civiles y policías” y negó que haya presos políticos.

La condena internacional contra el Gobierno libio, no obstante, sigue creciendo y el miércoles la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) anunció desde París la suspensión de “toda cooperación con Libia”.

Al mismo tiempo, varios países buscan una respuesta al éxodo masivo de personas que huyen del conflicto y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) pidió el envío de centenares de aviones para evacuar a la multitud que se agolpa en la frontera con Túnez.

Francia decidió enviar a Libia un portahelicópteros para participar en las evacuaciones de trabajadores egipcios, en el marco de las medidas decididas por la Unión Europea, una fragata británica partió de Gibraltar en dirección a Libia con material médico, Italia anunció el envío de barcos “en 24 a 48 horas” y España el de un avión a la frontera entre Túnez y Libia con ayuda humanitaria.

El Ejecutivo español comunicó también que se congelarán todos los bienes que el líder libio tienen en el país y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero declaró en Túnez, a donde hizo una visita oficial, que el papel de España y Europa en su conjunto ha de ser el de apoyar y estimular allí donde la sociedad promueva los cambios democráticos hacia la libertad”.

Gadafi tenía previsto construir un proyecto turístico en la Costa del Sol y construir casi 2.000 viviendas, un campo de golf y un centro de convenciones en una finca en Benahavís, cerca de Marbella. Congelar los bienes supone que no podrán ser vendidos ni se les podrá sacar provecho económico.