Prevén alta fluctuación de precios de alimentos en América Latina

La alta fluctuación de los precios de los alimentos en América Latina y el Caribe se mantendrá en el futuro, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

El documento "Volatilidad de precios en los mercados agrícolas (2000-2010): implicaciones para América Latina y opciones políticas", divulgado hoy por la prensa local, es resultado de un trabajo conjunto de tres años realizado por la CEPAL, la FAO y el IICA.

"La gran fluctuación de precios (en los alimentos) llegó para quedarse", dijo hoy la secretaria ejecutiva de la CEPAL, la mexicana Alicia Bárcena, quien explicó que el estudio puede ayudar a los países a implantar y combinar sus mejores instrumentos de política.

En su contenido, se analiza el actual escenario de cambios frecuentes, imprevisibles e intensos en los precios de las materias primas agrícolas, que generan diversos impactos en los países, los cuales varían según las condiciones nacionales.

Para los países especializados en la exportación de materias primas alimentarias, un alza en los precios representa importantes oportunidades para mejorar sus términos de intercambio, mientras que para otros puede significar un riesgo para su seguridad alimentaria, indicó el estudio.

A partir del segundo semestre de 2010 y durante los primeros meses de 2011, los precios internacionales de los alimentos repuntaron de nuevo, al sobrepasar incluso los niveles alcanzados durante la crisis de 2008.

"La persistencia de la volatilidad en los precios de los alimentos seguirá representando una gran fuente de incertidumbre para los productores agrícolas, y es necesario crear herramientas que puedan regularla y así fomentar el desarrollo agrícola", señaló por su parte el representante de la FAO, Alan Bojanic.

El director del IICA, Víctor Villalobos, señaló que la inestabilidad es la constante del escenario global, ante lo cual es necesario generar información que permita a los países anticiparse y tomar decisiones apropiadas para enfrentar la situación.

Entre las posibles consecuencias de la volatilidad de los precios en los alimentos figuran pérdidas en la eficiencia económica, reducción de la seguridad alimentaria, aumento de la desnutrición y efectos negativos sobre la balanza comercial.

Esta inestabilidad acarrea también riesgos elevados para los productores, especialmente para los pequeños agricultores, pues se incrementa la incertidumbre sobre sus ingresos esperados.

"Tampoco cabe descartar la posibilidad de que los fenómenos de volatilidad desencadenen movilizaciones sociales de descontento, como ocurrió durante la crisis alimentaria de 2007-2008", señaló Villalobos.

El director del IICA admitió que no existen recetas universales para hacer frente a este escenario; sin embargo, destacó que es posible aumentar la producción de alimentos en los países, principalmente con apoyo a los pequeños productores.

La CEPAL, la FAO y el IICA coincidieron en que los pequeños productores tienen un gran potencial para incrementar su producción de alimentos, lo cual puede contribuir a mejorar la seguridad alimentaria no sólo a nivel de hogares, sino también en los ámbitos locales e incluso nacionales.

Ante la alta volatilidad en los precios de los alimentos, los países de la región han dado más importancia a la inflación y al consumidor que al productor y la estructura productiva agrícola, señalaron los organismos en el documento.

Las medidas de política, en términos generales, también se han centrado en el corto plazo, pese a que la búsqueda de soluciones a los problemas estructurales puede reducir significativamente la vulnerabilidad de los países.

El informe también destacó el papel que pueden jugar los programas de transferencias condicionadas en dar apoyo a las poblaciones más vulnerables, los cuales incluso pueden ser un factor detonante de la actividad productiva en las zonas de extrema pobreza.

La CEPAL, la FAO y el IICA consideraron fundamental invertir en el desarrollo institucional del sector agrícola y asignar mayores presupuestos al agro.

De igual forma, resaltaron que a largo plazo es vital desarrollar mercados nacionales y territoriales, con la reducción de los costos de transacción para pequeños productores y la creación de canales eficientes de comercialización de alimentos frescos. Fin

Palabras clave : Chile-Alimentos

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