El terremoto de 8,8 grados Richter y posterior tsunami que afectaron la la zona centro y sur de Chile el 27 de febrero de 2010 generó una pérdida del 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual lo ubica entre los cuatro más costosos del mundo.

De acuerdo con un estudio difundido hoy por el diario local "El Mercurio", el primer lugar lo ocupa el terremoto de Haití (2010), con 119,4 por ciento, seguidos por los de El Salvador (2001) y Guatemala (1976), con 64,5 y 27 por ciento, respectivamente.

El terremoto en Chile dejó 523 muertos, 25 desaparecidos tras el tsunami y a unas 800.000 personas damnificadas.

Mientras en términos de cifras el movimiento telúrico provocó pérdidas estimadas en 30.000 millones de dólares "lo cual también ubica en cuarto lugar dentro de los más costosos en el mundo", siendo el terremoto de Kobe en Japón, con más de 188.000 millones de dólares, el cataclismo que ha generado las mayores pérdidas.

Del daño patrimonial, la cifra se desglosa con 20.940 millones de dólares en pérdidas que corresponden a la infraestructura destruida y el monto restante a la pérdida prevista del PIB (en cuatro años) que no generaría la economía y a gastos de la emergencia, según el estudio en Chile.

En relación a los sismos producidos en territorio chileno, el ocurrido el 27 de febrero dobló en impacto económico al terremoto de marzo de 1985, que afectó a la zona central, al de Chillán que sacudió el sur del país en 1940 y el sismo y tsunami de Valdivia de 1960, que con 9,5 Richter es el mayor sismo registrado.

El sector económico más afectado por el movimiento telúrico del año pasado fue la industria, pesca y turismo, con más de 5.000 millones de dólares en daños, y le siguen Vivienda (4.000 millones de dólares) y Educación (3.000 millones de dólares)

El gobierno chileno anunció que la tarea de reconstrucción del país tardará al menos los cuatro años de la administración del presidente Sebastián Piñera (2010-2014).

A una semana de cumplirse un año de la tragedia, el Poder Ejecutivo de Chile prepara una serie de ceremonias en recuerdo de las víctimas del sismo. Fin