El presidente de Ecuador, Rafael Correa, negó hoy que el repunte delictivo y de inseguridad en el país deriven de la política de fronteras abiertas que instrumentó su gobierno en 2008 tras la eliminación del visado a extranjeros.
"No es cierto que esa política de fronteras abiertas esté generando mayor delincuencia en el país", afirmó Correa en una entrevista radiofónica en el cantón Cotacachi, de la provincia andina de Imbabura.
El mandatario, quien lidera en esa localidad una reunión de gabinete itinerante, desestimó que Colombia y Perú sean exportadores de delincuentes, como sostiene el dirigente opositor Jaime Nebot, alcalde de la ciudad costera de Guayaquil, una de las más azotadas por la delincuencia. "Los colombianos, peruanos, bolivianos, siempre han podido entrar al país por los convenios del Pacto Andino, entonces es falso que esa sea una causa de la delincuencia", argumentó Correa. Aludió así una resolución de la Comunidad Andina de Naciones de 2001, que estableció la libre circulación de ciudadanos en esa área. Sin embargo, reconoció que en la frontera norte de Ecuador "si está actuando un poco más la delincuencia colombiana", pero atribuyó el fenómeno a la falta de control militar de Colombia en el límite fronterizo con la provincia norteña de Esmeraldas.
Correa señaló que su gobierno ha pedido al de Colombia "que refuerce su control" en la zona.
El mandatario negó que en las cárceles ecuatorianas existan miles de presos colombianos.
"El número de ciudadanos de Colombia es coherente con la proporción total de la población carcelaria", dijo Correa al señalar que de 11.000 detenidos unos 400 son colombianos. Aún así, los colombianos son la primera colonia de extranjeros presos seguida de los españoles, según autoridades carcelarias.
La Fiscalía de Ecuador ha solicitado en reiteradas ocasiones al mandatario que imponga visado a los colombianos alegando que muchos se han valido de la "condición de refugiados" para cometer delitos.
Pero Correa ha rechazado ese recurso al considerarlo discriminatorio.
Según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) unos 135.000 colombianos residen en Ecuador y requieren algún tipo de protección internacional. Pero de esa cifra, sólo 53.000 han recibido el estatus de refugiado, una condición que les permite acceder a los servicios de salud y educación. Fin