Medvedev ha definido a la insurgencia en el Cáucaso del Norte como la mayor amenaza para la seguridad rusa, mientras los rebeldes han prometido aumentar su violenta campaña en el corazón de Rusia en 2011, atacando blancos importantes para la economía y el transporte, además de amenazar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014, en Sochi, región que reclaman como parte de su "emirato".
Decenas de internautas, escribiendo en ruso, y Gobiernos condenaron el ataque suicida y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lo definió como un "atroz acto de terrorismo contra el pueblo ruso", según un comunicado leído por el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, que dijo que su país está listo para ofrecer cualquier tipo de asistencia a Moscú.