El presidente de China, Hu Jintao, se encuentra actualmente realizando una visita de Estado en Estados Unidos, que tiene como fin impulsar los vínculos bilaterales y ampliar el terreno común en los importantes asuntos regionales e internacionales.
"He venido a Estados Unidos para aumentar la confianza mutua, impulsar la amistad, profundizar la cooperación, así como para avanzar en la relación positiva, cooperativa e integral entre China y EEUU durante el siglo XXI", dijo el presidente Hu en la ceremonia de bienvenida con honores realizada el miércoles en la Casa Blanca.
Al hacer referencia a la relación diplomática sino-estadounidense que data de hace 32 años, el presidente de EEUU, Barack Obama, dijo por su parte que con la visita de Hu ambas naciones "podrán sentar la base para los próximos 30 años".
El aspecto más sobresaliente de la visita de cuatro días, el primer viaje por el extranjero de Hu en 2011, fue la cumbre del miércoles entre los dos mandatarios, en la que acordaron establecer una asociación cooperativa, con base en el respeto y el beneficio mutuos.
Se espera que la visita, considerada por algunos expertos en relaciones internacionales como el verdadero inicio de 2011, no sólo impulse las relaciones estratégicas sino-estadounidenses a un mejor futuro, sino que también mejore la situación en los principales enfrentamientos y disputas internacionales, además de lograr un compromiso global más profundo para la paz y el desarrollo del mundo.
"Estoy convencido de que se trata de una gran oportunidad para comenzar una nueva era en las relaciones sino-estadounidenses", dijo el ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger a Xinhua en una entrevista reciente, agregando que "considero que puede ser una visita de fundamental importancia, al momento de trazar el futuro".
Desde su establecimiento en 1979, las relaciones diplomáticas sino-estadounidenses han vivido numerosos altibajos. Sin embargo, gracias al coraje, sabiduría y paciencia de ambas partes, la cooperación se ha convertido en un tema determinante en la interacción transpacífica.
China y EEUU se enfrentan a oportunidades y retos en común, por lo que ambas partes deben promover una cooperación cercana y permanente, y "deben encontrar formas de trabajar de manera conjunta", agregó Kissinger, de 87 años, cuya visita confidencial a China en 1971 preparó el camino para la normalización de los vínculos sino-estadounidenses.
Los comentarios del ex secretario de Estado estuvieron en conformidad con los de otros expertos, incluido David Shambaugh, un reconocido experto estadounidense en política china y política exterior. Afirmó que la actual visita de Hu "detendrá la hemorragia del año pasado", y "logrará un avance en las causas comunes, en donde sea posible".
A fin de lograr mayores progresos, las dos partes requieren aumentar el respeto mutuo, particularmente en sus intereses fundamentales, ya que es de vital importancia para lograr que los vínculos bilaterales avancen en la dirección correcta.
La visita de Hu también ha provocado la atención cercana por parte de otros países, ya que se espera que los líderes de los dos gigantes mundiales dialoguen sobre el proceso de desnuclearización de la Península Coreana y del tema nuclear iraní, entro otros aunto importantes.
"La cumbre tendrá una gran influencia en el futuro del noreste de Asia y la Península Coreana", indicó el martes en un editorial el periódico surcoreano JoongAndg Daily.
Por su parte, la República Popular Democrática de Corea (RPDC) también sigue de cerca este último acontecimiento diplomático entre Beijing y Washington. Los periódicos del país indicaron que China y otras partes relacionadas han realizado frecuentes esfuerzos diplomáticos para lograr que la península no esté al filo de la guerra.
Irán también mantiene un atento seguimiento al encuentro entre Hu y Obama. El profesor Mohammad Marandi, de la Universidad de Teherán, anotó que espera que haya resultados positivos de esta importante reunión.
Marandi dijo a Xinhua que los diálogos entre Irán y las seis potencias mundiales, incluidos China y EEUU, serán una forma efectiva de poner fin al contencioso nuclear iraní, si las naciones de Occidente muestran que en realidad buscan una solución al asunto.
En un mundo globalizado, China y EEUU, al ser dos importantes actores en la escena mundial, han visto una creciente interconexión entre sus intereses nacionales.
Conscientes de las exigencias actuales, Beijing y Washington han acordado consecuentemente una voluntad cada vez más fuerte para cooperar en la lucha contra los retos globales.
Sin duda, la actual visita del mandatario chino a EEUU fomentará el crecimiento del nuevo orden internacional, dirigido por la cooperación, además de dar un nuevo ímpetu al avance global hacia la paz, prosperidad y desarrollo internacional. Fin