Se espera que el presidente de China, Hu Jintao, presente un proyecto para el futuro de las relaciones entre China y Estados Unidos en la nueva era con los líderes americanos durante su próxima visita a EEUU que comienza el martes.
Este año, con el que comienza la segunda década del siglo XXI y marca el 40º aniversario del reacercamiento entre los dos países, verá cómo evolucionan las relaciones sino-estadounidenses.
GUIANDO LA COOPERACION ESTRATEGICA CHINA-EEUU
Hasta ahora, un tema como '¿Es China un rival estratégico o un socio cooperativo?' sigue atrayendo la atención mundial. La visita de Hu ofrecerá sin duda más pistas sobre la cuestión.
Se considera que la visita de Hu estará comprometida a seguir mejorando la confianza estratégica mutua, la piedra de toque de las relaciones sino-estadounidenses, ya que la visita marcará las pautas de la cooperación estratégica China-EEUU, promoverá la comunicación y el entendimiento y dirigirá las relaciones hacia un desarrollo positivo, cooperativo e integral.
Sin embargo, surgen ruidos de vez en cuando.
Con la creciente influencia de China en el panorama internacional en los últimos años, teorías como la "amenaza china" aparecieron repetidas veces en la prensa estadounidense, y ciertos políticos americanos han abogado incluso por contener a China, sin tener en cuenta que China se ha adherido al desarrollo pacífico y ha ofrecido nuevas oportunidades a otros, en lugar de suponer una amenaza.
El duro hecho muestra que la confianza mutua es vital para el desarrollo común, ya que los dos países tienen sistemas políticos, ideologías y objetivos estratégicos diferentes.
Promover la confianza mutua reforzará la fuerza de reserva de las relaciones sino-estadounidenses y contribuirá a la estabilidad de Asia y de todo el mundo.
La visita de Hu ayudará a promover el respeto mutuo por los intereses vitales de cada uno.
Subrayando sus relaciones con Washington, Beijing no ha hecho nada malo contra la soberanía de EEUU ni contra sus intereses fundamentales. Del mismo modo, Beijing ha reclamado una y otra vez que los asuntos relacionados con Taiwan, el Tíbet y Xinjiang recaen sobre la soberanía y la integridad territorial de China y son de vital importancia para los 1.300 millones de chinos.
La visita también ayudará a impulsar una asociación positiva, cooperativa e integral entre China y EEUU, lo que es la mejor opción para los dos países.
Actualmente, China y EEUU están cooperando en gran medida. Los dos países han firmado más de 30 acuerdos de cooperación inter-gubernamental y han establecido más de 60 mecanismos de diálogo.
En una reciente entrevista con Xinhua, el ex secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger propuso que se creen "instituciones de consultas permanentes" entre las dos partes.
"Si tenemos contactos permanentes, entonces aunque haya momentos difíciles, estarán dentro de un diálogo continuo, y espero que la visita tenga esto como resultado", dijo Kissinger.
Se espera que la visita de Hu reafirme la responsabilidad de los dos países a la hora de proteger la paz y la estabilidad mundiales.
China y EEUU comparten un amplio terreno para la cooperación y tienen sobre sus hombros responsabilidades comunes a la hora de hacer frente a importantes asuntos relacionados con la estabilidad y la prosperidad del mundo.
Es crucial que sigan reforzando su coordinación y su cooperación, con el fin de hacer frente conjuntamente a los retos y de esforzarse para promover la paz, la estabilidad y la prosperidad mundiales.
Fu Mengzi, un investigador del Instituto Chino de Relaciones Internacionales Contemporáneas, dijo que la cooperación sino-estadounidense no sólo beneficiará a los dos países, sino también a la región y a todo el mundo en general.
Esto se debe a la cada vez mayor interdependencia entre los países y regiones en esta era de globalización, afirmó.
La visita también servirá como un vínculo entre el pasado y el futuro.
En la visita del presidente Hu en 2006, China y EEUU reconocieron que comparten amplios e importantes intereses estratégicos comunes.
En una reunión en Londres en abril de 2009, el presidente Hu y su homólogo estadounidense, Barack Obama, acordaron realizar esfuerzos conjuntos para construir una relación positiva, cooperativa e integral para el siglo XXI.
Sin duda, la próxima visita de Hu dará una nueva imagen a las relaciones sino-estadounidenses.
GUIANDO LA COOPERACION PRAGMATICA SINO-ESTADOUNIDENSE
Si se comparan las relaciones sino-estadounidenses con un barco que navega en el mar, la cooperación bilateral estratégica es el timón del barco, mientras que la cooperación pragmática es su motor.
La visita del presidente Hu dará un nuevo curso para la cooperación práctica entre ambas naciones, y beneficiará a ambas partes y al mundo en general.
Durante la visita, China y Estados Unidos tienen previsto firmar un paquete de nuevos documentos de cooperación, y la cooperación pragmática bilateral se elevará a una nueva etapa.
Se espera que el comercio bilateral haya llegado a los 380.000 millones de dólares en 2010. China ha sido el mercado con mayor crecimiento para los productos estadounidenses durante nueve años consecutivos.
También existe un gran potencial para una mayor cooperación práctica bilateral, ya que se necesita una mejor coordinación entre ambas partes para equilibrar la estructura económica mundial y para elevar el nivel del comercio bilateral.
Por ejemplo, EEUU no ha reconocido el estatus de China como economía de mercado y sigue imponiendo restricciones a la exportación de alta tecnología a China. Eliminar estas barreras comerciales promoverá aún más el comercio bilateral.
Una mayor cooperación práctica entre ambas partes también es una necesidad para el crecimiento del mundo.
Hasta el momento, como las causas radicales de la crisis financiera global aún no ha sido eliminada, a la economía mundial todavía le falta un fuerte ímpetu para la recuperación. En estas circunstancias, la cooperación sino-estadounidense es crucial para promover la reforma del sistema financiero internacional y acelerar la recuperación económica del mundo.
La cooperación sino-estadounidense también desempeña un papel importante a la hora de resolver muchos asuntos regionales e internacionales importantes.
Los dos países pueden cooperar más para relajar las tensiones en la península Coreana, solucionar el asunto nuclear iraní, combatir el terrorismo internacional, luchar contra el cambio climático, reformar la ONU y reducir el crimen transfronterizo, entre otros asuntos.
GUIANDO LOS LAZOS SINO-ESTADOUNIDENSES PARA EL FUTURO
"La próxima visita del presidente Hu es como una declaración del compromiso a solucionar los problemas, sin importar si son fáciles o difíciles en un momento determinado", dijo David Lampton, director de Estudios sobre China de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins.
En los últimos años, las relaciones sino-estadounidenses han tenido altibajos. Como los desacuerdos y fricciones sobre ciertos asuntos son inevitables, la clave es cómo solucionarlos.
Los desacuerdos residen en asuntos como la venta de armas de EEUU a Taiwan, el tipo de cambio del Renminbi o el yuan chino, los derechos humanos y la religión entre otros. Lo que es más, el desarrollo pacífico de China provoca miradas nerviosas en EEUU e inspira alguna retórica que califica a China como "posible rival".
Zbigniew Kazimierz Brzezinski, ex asesor de seguridad nacional de EEUU, ha dicho sobre la manera en que los países deben gestionar sus diferencias: "Estados Unidos y China no deben retroceder ante una discusión franca de sus diferencias, sino que deben llevarla a cabo con el conocimiento de que el uno necesita al otro", dijo Brezezinski, quien es también experto sobre relaciones sino-estadounidenses.
Lampton indicó que los últimos dos años han sido testigos de unas tensas relaciones bilaterales con una fuerza que ha abierto una zanja entre los dos países.
En este momento, la visita de Hu es de gran importancia.
Los expertos opinan que Estados Unidos debe adherirse a la política de una China y a los tres comunicados conjuntos sino-estadounidenses y apoyar el desarrollo pacífico de las relaciones a ambos lados del estrecho de Taiwan.
La política del tipo de cambio de China no es la causa principal del desequilibrio comercial sino-estadounidense. Ambas partes deben resolver su disputa comercial y económica a través de consultas, y EEUU debe abandonar su mentalidad proteccionista.
Sobre el asunto de los derechos humanos, las dos partes deben seguir manteniendo diálogos basados en la igualdad y el respeto mutuo y en el principio de no intervenir en los asuntos internos el uno del otro.
El senador John Kerry, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU, afirmó que el crecimiento de China no es una amenaza para EEUU y pidió a Washington que no trate a Beijing como un rival.
La revista británica The Economist advirtió que la mejor forma de convertir a China en un rival es considerarla un rival, pero que el riesgo es que cualquier confrontación causará daños en las relaciones sino-estadounidenses.
Las relaciones China-EEUU son importantes, pero complejas. La relación ha pasado por muchos altibajos, pero aún sigue en la dirección correcta. La historia nos ha enseñado que los dos países pueden superar obstáculos si ambas partes respetan los intereses vitales y principales preocupaciones del otro, y se adhieren al diálogo igualitario para resolver sus diferencias.
Esto es, de hecho, también la clave para un desarrollo saludable de las relaciones internacionales en la nueva era, y la clave para realizar progresos continuos en una de las relaciones bilaterales más importantes del mundo.
Stapleton Roy, ex embajador de EEUU en China, afirmó: "Podemos mostrar por el modelo de cooperación entre nosotros que otros países podrán operar en un mundo donde la cooperación entre las dos mayores economías y los dos países más poderosos del mundo está creando un ejemplo internacional de cómo los países que tienen diferencias pueden de todas formas encontrar suficientes intereses comunes para que su relación se caracterice por la cooperación y no por los conflictos."
En los fríos días de enero, el presidente Hu está preparando su viaje a EEUU con grandes expectativas. El pueblo tiene buenos motivos para creer que este viaje situará la relación China-EEUU en una nueva vía que beneficiará a los dos países y al mundo entero. Fin