El gobierno boliviano anunció hoy la ejecución en los próximos días de un plan estratégico destinado a redoblar el control fronterizo, principalmente con Brasil, Perú, Argentina y Chile, para evitar el contrabando de carburantes.
El gabinete económico evaluó un nuevo plan destinado a la lucha del contrabando de manera integral, con un Control Operativo Aduanero (COA) reforzado con más efectivos policiales, que serán asistidos por las Fuerzas Armadas a través de los comandos conjuntos instalados en el país.
La presidenta de la Aduana Nacional, Marlene Ardaya, explicó a los periodistas que junto al Ministerio de Economía, las Fuerzas Armadas y la Agencia Nacional de Hidrocarburos se estudia de forma conjunta un plan estratégico para controlar el contrabando de carburantes.
Actualmente el COA tiene 114 efectivos, cifra que será duplicada para el control de fronteras.
Ardaya explicó que esos efectivos contarán con la colaboración de militares que conforman los comandos Andino, la Plata, del Sur y Amazónico, que controlarán los departamentos limítrofes con Brasil, Chile, Perú, Argentina y Paraguay.
El comando Andino, con sede en Viacha, ejerce control en Guaqui, Desaguadero, Oruro, Potosí y La Paz. El Amazónico tiene como sede Cobija y opera en el norte de La Paz, Beni, Pando y límites con el Brasil y Perú, agrega la agencia.
El comando de la Plata, con sede en San Ignacio de Velasco, San Matías, frontera con Brasil; y el Comando Conjunto de Sur, que opera en toda la zona fronteriza de Tarija, entre ellas Yacuiba y Villazón, coordinarán con el COA, Policía, alcaldías y YPFB.
El nuevo plan será presentado en la próxima sesión de gabinete ampliado previsto para el día viernes en la localidad de Huajchilla, al sur de La Paz.
El presidente Evo Morales explicó que los carburantes subvencionados como gasolina, diesel y gas licuado de petróleo salen vía contrabando a los países vecinos de Argentina, Brasil, Paraguay, Perú y Chile, generando ganancias para los contrabandistas a costa de los bolivianos.
El presidente Evo Morales Ayma admitió que el contrabando de combustibles de Bolivia hacia los países vecinos, es prácticamente incontrolable.
Comentó que el ejército hace sus mayores esfuerzos y diario incauta más de 1.000 litros, pero es simplemente una parte de la salida ilegal de carburantes, cuyo precio es inferior del que se tiene en los mercados externos.
En 2010, el comercio ilegal de combustibles a países vecinos como Perú, Argentina, Chile y Brasil supuso para Bolivia una pérdida de 150 millones de dólares según las estimaciones del presidente Morales, una cifra que podría duplicarse en 2011.
Con el propósito de frenar este contrabando, el mandatario decidió el pasado 26 de diciembre un incremento al precio de los carburantes, de entre 57 por ciento y 82 por ciento, que fue anulado cinco días después por la presión de varios sectores sociales. Fin