Los familiares del militar que más tiempo ha estado secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) exigieron hoy a esa guerrilla que lo libere para poder conocer a su hijo, quien nació poco después del secuestro.
Libio José Martínez fue retenido por las FARC el 21 de diciembre de 1997, tras un ataque al puesto militar de comunicaciones en Patascoy, una montaña en el departamento de Nariño, al suroeste de Colombia y en la frontera con Ecuador.
En diálogo con la emisora local RCN Radio, su hijo Johan Steven Martínez recordó que hoy se conmemoran "13 años muy dolorosos de que mi papá no está conmigo, de que las FARC se lo llevaron, de que las FARC lo privaron de su libertad" y aún no lo devuelven.
El comandante de las fuerzas militares colombianas, almirante Edgar Cely, afirmó hoy que "duele ver crecer a este niño sin su padre", por lo que "a diario pensamos y vemos cómo poder hacer las cosas como sucedió en (la operación) Jaque o Camaleón".
Estas últimas hacen referencia a dos acciones de rescate adelantadas por la fuerza pública, que llevaron de regreso a sus hogares a 19 personas, entre ellas 15 uniformados, la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres contratistas estadounidenses.
La guerrilla incluyó a Martínez en una lista de personas "canjeables", a quienes mantienen en cautiverio para intercambiarlas con el gobierno por rebeldes presos en cárceles colombianas u otros que han sido extraditados hacia los Estados Unidos.
Hasta hace menos de dos semanas, ésa era la única opción que veían los familiares de los secuestrados. Sin embargo, el pasado 8 de diciembre anunciaron que dejarían en libertad unilateralmente a cinco personas: tres oficiales y dos funcionarios públicos.
Entre los uniformados no figura Martínez, de quien lo último que se supo fue que estaba en delicado estado de salud, según su compañero de secuestro, el también sargento Pablo Emilio Moncayo, liberado en marzo pasado por la organización rebelde. Fin