Virgenia y Rocío, dos mujeres locales de Cancún, que nunca se conocían antes, ahora ya se han hecho muy buenas amigas durante su servicio a la COP16. Al mismo tiempo, han conocido muchos nuevos amigos provenientes de todo el mundo.
El trabajo es muy duro, dijo Rocío, porque tenemos que estar de pie todo el día en la parada de línea especial de tránsito de la COP16, pero yo disfruto mucho de estar junta con la gente de todo el mundo.