El presidente de Ecuador, Rafael Correa, viajará hoy a Cancún, México, sede de la cumbre sobre cambio climático, a fin de presentar el proyecto Yasuní-ITT como un modelo alternativo ecologista.
Correa irá acompañado por el canciller Ricardo Patiño, y de una comitiva en la que figuran las ministras de Ambiente y Coordinadora de Patrimonio, Marcela Aguiñaga, y María Fernanda Espinosa.
El proyecto Yasuní ITT ha sido expuesto por Ecuador en varios países industrializados de Europa, Asia y Latinoamérica para conseguir el apoyo internacional a cambio de dejar sin explotar unos 760.000 barriles de crudo, el 22 por ciento de sus reservas petroleras en el Parque Yasuní.
El Parque Yasuní ha sido declarado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) patrimonio ecológico de la humanidad.
En declaraciones a la prensa ecuatoriana, el ex canciller y miembro del actual buró político del gobierno ecuatoriano, Fander Falconí, declaró que la propuesta Yasuní-ITT "es una alternativa ecologista que debe tenerse en cuenta en la Cumbre de Cancún".
Según Falconí, "los países más desarrollados tienen mayor responsabilidad en el planeta por el daño causado al medio ambiente", sin desconocer que las responsabilidades en el cambio climático son comunes pero diferenciadas. Explicó que el punto clave es entender que el "cambio climático tiene responsabilidades comunes y, sin embargo, el grado de responsabilidad es mayor según los países que más afectación han producido en el planeta".
Argumentó que en los países desarrollados se produce el 65 por ciento del efecto invernadero, por la concentración de dióxido de carbono, que produce un problema de calentamiento global, "con tremendos conflictos".
Enfatizó que la responsabilidad de los países más ricos debe ser vinculante, y sugirió que se cumplan los Acuerdos de Kyoto sobre reducción de contaminantes. Fin