SPANISH.CHINA.ORG.CN-entrevista a Ge Quansheng, subdirector de investigación sobre ciencias geográficas y recursos naturales para la Academia de Ciencias de China.
En la actualidad, las opiniones y expectativas generales sobre la Conferencia del Clima en Cancún son relativamente negativas, considerando que en está cita probablemente no se podrá llegar a un acuerdo vinculante que venga a sustituir el Protocolo de Kioto, que caduca en 2012.
A este respecto, Ge Quansheng, subdirector de investigación sobre ciencias geográficas y recursos naturales para la Academia de Ciencias de China, estima que aunque los países desarrollados tienen la responsabilidad histórica de reducir la emisión de gases de efecto invernadero y distribuir de manera justa el índice al respecto sobre la base del principio del Convenio Marco de las Naciones Unidades sobre Cambio Climático, existen todavía muchos obstáculos en el proceso.
Entre ellos, el mayor obstáculo consiste en que estos países desarrollados no quieren pagar sus “deudas históricas” ni ser los primeros en aplicar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. En el Protocolo de Kioto aprobado en 1997, se exige a varios países desarrollados que se reduzca, en el periodo 2008-2012, la emisión de gases de efecto invernadero en un 5 u 8 por ciento en comparación con los niveles de 1990. El objetivo establecido para Estados Unidos es el 7 por ciento.
Sin embargo, durante las dos legislaturas de George W. Bush, Estados Unidos se retiró de dicho Protocolo. Después de que Obama asumiera el cargo de presidente, aunque la actitud de la parte estadounidense sobre los cambios climáticos se hizo más activa que antes, la meta para el año 2020 que el gobierno estadounidense propuso en 2009 fue sólo una reducción del 4 por ciento, un 3 por ciento inferior a la meta marcada en el Protocolo de Kioto, además con una demora de ocho años.
En la actualidad, la emisión de gases de efecto invernadero de los países desarrollados sigue siendo muy alta. Por ejemplo, en el año 2007, la emisión per cápita de Estados Unidos fue de 5,28 toneladas de carbón, la de Australia 4,84 toneladas y la de Canadá 4,61 toneladas, 3,9, 3,6 y 3,4 veces respectivamente en comparación con la de China. De 1990 a 2005, la emisión de Japón mantuvo un incremento del 1 por ciento anual.
Debido a la poca voluntad de las naciones desarrolladas hacia esta cuestión, muchas personas tienen pocas esperanzas sobre las perspectivas de la Conferencia del Clima de Cancún. El 19 de noviembre, el Grupo Directivo de la Lucha contra los Cambios Climáticos de China convocó una reunión en Bejing, en la que Wen Jiabao, primer ministro y director del Grupo, pronunció un discurso. Conforme a los resultados de la reunión, China va a “desempeñar bien su rol constructivo como siempre y promoverá, junto con otras partes, los logros de la Conferencia del Clima en Cancún”.
Como el mayor país en vías de desarrollo del planeta, China ha expresado su actitud activa. La superación de los obstáculos y el establecimiento de un convenio vinculante depende principalmente de la voluntad política de los países desarrollados.
Al hablar del tema sobre los 30.000 millones de dólares del fondo del inicio rápido, el subdirector Ge manifestó que además del establecimiento de la meta de la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, el apoyo técnico que ofrecen los países desarrollados a las naciones en vías de desarrollo constituye uno de los temas más importantes de la Conferencia.
En la Cumbre de Copenhagen que tuvo lugar en 2009, los países desarrollados prometieron brindar un fondo de 30.000 millones de dólares para ayudar a las naciones en vías de desarrollo en sus acciones contra los cambios climáticos. Sin embargo, la cifra es pequeña en comparación con los 75.000 a 100.000 millones de dólares que calculó el Banco Mundial en su informe de 2009. Además, aún no se sabe si los países desarrollados podrán cumplir con su palabra.
La fuente y el reparto del fondo no se han establecido todavía, mientras que cúando y cómo iniciar y administrar el fondo serán temas por discutir en la Conferencia en Cancún.
Por otra parte, Estados Unidos ha subrayado varias veces sus condiciones adicionales para ofrecer el apoyo financiero: todas las acciones y planes sobre la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero deberán ser “transparentes” y sometidas a inspección. Este requisito probablemente no sería aceptado por todos los países en vías de desarrollo. Estos factores son los motivos que han rebajado el valor de tal “fondo de inicio rápido”.