El gobierno cubano destinará el año próximo 130 millones de dólares a la importación de productos y materias primas para asegurar los suministros necesarios para la expansión de los negocios privados.

De acuerdo con el diario oficial "Granma", para brindar los suministros a los llamados "cuentapropistas", las autoridades reorientarán las importaciones y gastarán en 2011 unos 130 millones de dólares para comprar productos en el exterior, de los que 36 millones se dedicarán exclusivamente a alimentos.

El rotativo advirtió esta semana que "esos suministros no aparecerán por arte de magia" y que es necesario fortalecer la oferta con un aumento de las producciones nacionales, además adelantó que de inmediato se realizará el "levantamiento de los inventarios en los almacenes para movilizarlos hacia la red de tiendas" del país.

El gobierno venderá esos productos en "diversos formatos", para que los propietarios privados puedan comprar materia prima como aceite, detergentes o refrescos "en recipientes de mayor capacidad a un precio relativamente menor".

"El propósito es rescatar el rol de la ferretería", dijo a "Granma", Enrique Ramos, director de Comercio del Ministerio de Economía y Planificación, quien aclaró que la comercialización tendrá en cuenta las líneas económica, media y alta, lo que supone una variedad en la calidad y los precios.

"En las tiendas deberá estar a disposición del cliente el mejor martillo, más caro, y también las puntillas de menor calidad, más baratas", dijo Ramos.

El abastecimiento de suministros constituye una de las principales preocupaciones de los cubanos interesados en abrir nuevos o ampliar los negocios privados, aunque el gobierno ha reconocido que a corto plazo no podrán crearse mercados mayoristas con precios diferenciados para garantizar los insumos.

Las autoridades han advertido que por el momento "prevalecerán las ventas minoristas" en las dos monedas que circulan en el país, el peso cubano que es la que se abonan los salarios y se cobran los servicios a los ciudadanos, y el peso convertible, que tiene convertibilidad a dólar con una equivalencia de uno por 1,08 dólares.

La directora de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, María Victoria Coombs, recordó que de las 178 actividades autorizadas para ejercer libremente existen 31 que no requieren materia prima y otras 34 muy pocas cosas.

Algunas otras, como elaborador-vendedor de artículos de granito y mármol, fundidor, herrero, oxicortador, o vendedor de artículos de aluminio, tendrán limitadas sus posibilidades al no existir un mercado lícito que pueda surtirlos.

Este sábado, Granma anunció que más de 81.000 cubanos solicitaron en menos de un mes licencias para abrir negocios privados, la quinta parte de ellos relacionados con la elaboración y venta de alimentos.

Esa cifra corresponde a los permisos solicitados desde la publicación de las normas para permitir esos negocios, el 25 de octubre pasado, hasta el día 19 último, señaló el diario que citó un informe del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

El número de trabajadores por cuenta propia con licencia alcanzó una cifra máxima de 209.000 en 1996, pero en la medida que la economía se recuperó esa cifra descendió hasta los actuales 143.000 quienes se desempeñan como mecánicos, albañiles, plomeros, taxistas y relojeros, o en giros como el alquiler de habitaciones y los restaurantes familiares.

A inicios de agosto último, el presidente Raúl Castro anunció la ampliación del trabajo por cuenta propia en la isla, así como la reducción progresiva de las abultadas plantillas del sector público.

Esas dos medidas son los pilares del programa oficial de "actualización del modelo económico" impulsado por el gobierno para superar la grave crisis que azota a Cuba desde hace décadas y que se ha profundizado en los últimos años.

Además de la salida de medio millón de personas del aparato estatal, el plan incluye la eliminación de subsidios sociales excesivos, la flexibilización del mercado inmobiliario y la aplicación de un nuevo régimen tributario, entre otros aspectos.

Ese programa de ajustes está contenido en un documento titulado "Proyecto de lineamientos de la política económica y social", que debe ser discutido y ratificado en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) en la segunda quincena de abril de 2011. Fin