Con 253 personas muertas y 3.015 casos notificados de cólera, Haití hace frente a la segunda catástrofe humanitaria en lo que va de 2010.
El director del Departamento de Salud, Gabriel Thimote, señaló hoy que esperan que el brote de cólera se estabilice en las próximas horas al no tener nuevos fallecimientos ni casos nuevos en las últimas horas.
De igual modo ha hecho un llamado a los medios de comunicación para sumarse en una campaña urgente para trasmitir a la población medidas de higiene en la prevención del contagio o, comunicados del gobierno a efecto de orientar a la población.
Sin embargo, para los haitianos resulta difícil tomar las medidas más sencillas de higiene, como el lavado de manos, debido a la escasez de agua potable y por tanto, hidratarse constantemente es también complicado.
Esta mañana la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dio cuenta de cinco casos registrados en la capital de Puerto Príncipe, aún cuando las autoridades locales rechazaron en varias ocasiones que la epidemia hubiera llegado a esa ciudad, donde se albergan en carpas cerca de un millón 500.000 damnificados del pasado terremoto.
Para el presidente de Haití, René Préval, el cólera fue "importado", aunque evitó hacer mención de países o nacionalidades. Todavía no se sabe el origen del brote que mantiene en alerta roja a la región central de Artibonite y Mirebales, en cuya cárcel se han detectado 50 presos enfermos, de acuerdo al Departamento de Salud.
Sin embargo, las primeras hipótesis indican que la bacteria se propagó a través del agua contaminada de un río cercano a Artibonite, y aunque el gobierno reitera que tiene medicamentos suficientes para atender a la población infectada, los habitantes se quejan de su escasez.
Las autoridades de República Dominicana han decidido por el momento cerrar su frontera con Haití, a fin de evitar que el cólera afecte a sus habitantes.
Esta infección bacteriana provoca vómito y diarrea graves que en pocas horas deshidratan el cuerpo y provoca la muerte en forma muy rápida. Fin