Durante un recorrido por Artibonite (norte) y Mirebalais (este), el presidente de Haití, René Préval, sugirió que la epidemia de cólera que sufre la población "fue importada", sin embargo no se atrevió a precisar de dónde.
Con más de 210 muertes provocadas por la enfermedad en sólo unos días, el cólera se convierte en la segunda gran catástrofe para Haití, luego del terremoto registrado en enero pasado.
"Sería irresponsable y peligroso", señalar a un país o ciudadanos de algún territorio como fuente de la epidemia, declaró Préval a un medio de comunicación haitiano, aunque sus sospechas están dirigidas hacia "el lado oeste de la isla La Hispaniola" toda vez que Haití nunca ha tenido una epidemia de esta naturaleza.
Hoy la Organización de las Naciones Unidas notificó cinco casos de cólera en la capital, Puerto Príncipe, donde permanecen en albergues temporales un millón 500.000 personas damnificadas por el terremoto pasado.
En su visita a Artibonite y Mirebalais, el presidente estuvo acompañado por el ministro de Salud, Alex Larsen; el responsable de Interior, Paul Antoine Bien-Aimé; y el jefe de la Policía, Mario Andrésol.
El gobernante explicó que se trasladó a las regiones afectadas para reunirse con autoridades locales y sanitarias "conocer los problemas" y "tomar disposiciones necesarias", ante los niveles que puede alcanzar el cólera.
El jefe de Estado exhortó a la población a mantener medidas de higiene para contrarrestar la enfermedad, sin embargo, en Haití no existe un eficiente servicio de agua potable y con los miles de damnificados las medidas sanitarias resultan inaccesibles para la mayor parte de la población.
"Ayúdense y ayuden al Estado", insistió el presidente haitiano.También animó a los medios de comunicación para trasmitir a los haitianos medidas de prevención e información oportuna sobre el cuidado de la salud. Fin