ESPECIAL: Dio el cine a Vargas Llosa un recurso literario revolucionario

El tratamiento simultáneo o paralelo de varios tiempos y espacios en un solo episodio, que revolucionó la técnica de la novelística latinoamericana moderna, es el aporte más sólido a este género del escritor peruano, Mario Vargas Llosa, laureado con el Nobel de Literatura 2010.

Esta innovación, confesó el escritor, la tomó del cine, donde es absolutamente natural pasar de una época a otra mediante un simple fotograma, sin que el espectador se sienta sorprendido. En cambio "en literatura, era muy difícil hacerlo".

"Que yo sepa, nadie lo había hecho antes. Conscientemente, yo creo haberlo hecho por primera vez en el epílogo de La ciudad y los perros, dijo Vargas Llosa al periodista peruano Alfredo Barnechea en una extensa entrevista, en la que añadió que esa técnica está insinuada en sus primeros cuentos.

Esa técnica deslumbró a su propio creador, hasta convertirla en un personaje más, algo muy visible, y persistió con ella en sus novelas "La casa verde" y "Conversación en la Catedral", publicadas en los años 60 y que le valieron renombre internacional y varios premios.

Después de estas experiencias novelísticas, Vargas Llosa buscó "desaparecer la técnica", según su propia confesión, aunque tiempo después volvería a ella haciéndola aún más compleja, como sucedió en "Historia de Mayta", de 1984, una novela sobre la relación entre la ficción y la historia que fue mal recibida por la crítica de izquierda.

Con la publicación de "La ciudad y los perros" en 1963, cuando sólo tenía 27 años, Vargas Llosa inauguró el llamado "boom de la novela latinoamericana", en el cual también brillaron el colombiano Gabriel García Márquez, el mexicano Carlos Fuentes, el argentino Julio Cortázar y el cubano Guillermo Cabrera Infante, entre otros.

Hasta entonces, sólo dos latinoamericanos habían sido premiados con el Nobel de Literatura: la poeta chilena Gabriela Mistral y el novelista guatemalteco Miguel Angel Asturias.

Pero en 1971 el más codiciado premio literario del mundo, otorgado anualmente por la Academia Sueca, fue concedido al poeta chileno Pablo Neruda, en 1982 al novelista colombiano Gabriel García Márquez, y en 1990 al poeta y ensayista mexicano Octavio Paz.

Novelista, ensayista, dramaturgo y periodista, Vargas Llosa es el sexto escritor latinoamericano que se hace merecedor del premio Nobel de Literatura, con lo cual corona una brillante carrera literaria iniciada en su adolescencia y en la que no han faltado las pugnas con otros escritores y sobre todo el debate político.

Su paradigma de escritor fue el francés Jean Paul Sartre, el novelista, filósofo y dramaturgo del existencialismo para quien el ejercicio de la literatura era un compromiso, una elección, y la palabra una acción transformadora de la sociedad.

En consonancia con el pensamiento sartreano, Vargas Llosa suele repetir que la vocación literaria surge de una ruptura con el mundo y con la realidad y, por consiguiente, expresa una necesidad de transformación.

Lo que queda en el subconsciente o en la biografía secreta del escritor son las causas o los factores de esa vocación por la ficción literaria, pero que en su caso personal habrían tenido que ver con su rechazo a un padre prepotente y tiránico, enemigo de la literatura, tal como confesó en sus memorias de "El pez en el agua".

En su entrevista con Barnechea, el escritor recordó que empezó a escribir antes de los 10 años, como un divertimento, a manera de continuación o extensión de las historias que leía vorazmente en su niñez transcurrida en las ciudades de Cochabamba (Bolivia) y Piura (en el nor oeste del Perú).

Pero "la primera cosa que escribí en serio", dijo, fue a los 15 años y se trató del drama "La huida del inca".

Con un pie en la literatura y el otro en la política, el Vargas Llosa adolescente empezó militando en las filas de la democracia cristiana del Perú, para luego pasar al movimiento social progresista y después a la célula "Cahuide" del clandestino Partido Comunista Peruano de los años 50.

En los años 60, radicado en París, trabó relación con su admirado Sartre y adhirió a la naciente revolución cubana liderada por Fidel Castro. Sin embargo, años después rompería con aquella y su jefe a raíz de la prisión y humillación pública del poeta Heberto Padilla y la hostilización contra otros escritores cubanos como José Lezama Lima.

La publicación de "La guerra del fin del mundo" en 1981, considerada por muchos su mejor novela, se interpretó como una severa crítica a los fanatismos ideológicos a partir de la fabulación de la guerra de los canudos contra el gobierno monárquico en el Brasil del siglo XIX.

Desde entonces Vargas Llosa empezó a manifestarse abiertamente contrario a los regímenes marxistas mientras inclinaba sus simpatías políticas hacia la socialdemocracia de modelo europeo.

Su próxima conversión lo reveló como un convencido de las virtudes de las doctrinas liberales de Karl Popper en política y de Friedrich von Hayek en economía.

En 1987, a raíz del intento del primer gobierno de Alan García de estatizar la banca, encabezó un movimiento de protesta que frustró ese propósito y creó las bases para la fundación del movimiento Libertad, de ideología liberal, que abrió un debate de ideas que obligó al repliegue a la izquierda peruana.

Sin embargo, en 1990 Libertad fracasó en su proyecto de llevar a la presidencia de la república a Vargas Llosa, quien fue vencido en las urnas por un político sin trayectoria ni programa como Alberto Fujimori, el mismo personaje que dos años después cerraría el Congreso y convertiría a su gobierno en un régimen cívico-militar.

Ante la propuesta de un general fujimorista para despojarlo de la nacionalidad peruana, el escritor se nacionalizó español en 1993 sin renunciar a su nacionalidad original.

Antes de concluir el siglo XX, Vargas Llosa publicó "La fiesta del Chivo", una novela que reveló los entretelones de la corrupción de la dictadura del general Rafael Trujillo de República Dominicana, de la absurda devoción del pueblo hacia el déspota y de los planes de un grupo de patriotas para asesinarlo.

Se decía que su constante adhesión a la doctrina del liberalismo había bloqueado el acceso del escritor al más grande galardón literario del mundo, a cuyo jurado se asocia a la corriente socialdemócrata, pero el último jueves la Academia Sueca se rindió al más audaz tecnólogo de la novela latinoamericana concediéndole el Nobel de Literatura.

A la fecha en su bibliografía aparecen unos 70 títulos y su nueva novela, "El sueño del celta", se publicará en noviembre próximo. Fin

Palabras clave : Llosa-Cine

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