El primer ministro italiano Silvio Berlusconi sobrevivió hoy a un duro voto de confianza en el parlamento que pretendía asegurar una mayoría estable y así evitar una crisis gubernamental que inevitablemente llevaría a realizar elecciones tempranas.
La Cámara de Diputados confirmó la confianza para el primer ministro con 342 votos a favor, mientras 275 parlamentarios se negaron a apoyar el discurso que Berlusconi pronunció en la mañana en el cual delineó el documento estratégico de 5 puntos.
Berlusconi decidió poner un voto de confianza en el documento para poner a prueba su mayoría gobernante tras su disputa en el verano con su ex aliado, el presidente del Parlamento, Gianfranco Fini, y su equipo de "disidentes" quienes decidieron formar un grupo nuevo llamado Futuro y Libertad.
De los 620 diputados totales, 617 estuvieron presentes para el esperado evento parlamentario. El primer ministro tuvo éxito al obtener el voto de sus antiguos aliados que ahora pertenecen al Grupo Futuro y Libertad (sólo 2 de 35 votaron en contra).
Además del principal grupo opositor, el Partido Democrático, varios grupos de centro, que según se pensaba inicialmente apoyaban a Berlusconi, votaron en contra de su discurso.
En realidad se trató de un buen resultado para el partido gobernante italiano, el Partido del Pueblo de la Libertad: el gobierno aseguró siete votos más que el día que asumió el gobierno en mayo de 2008. De esta manera, la coalición de Berlusconi sobrevivió a una crisis política y evitó el riesgo de una votación temprana tras un largo verano de contrastes políticos y ataques encabezados por la prensa con sus antiguos aliados.
El documento delineado por Berlusconia contenía las cinco máximas prioridades de la acción del gobierno para los próximos años: la reforma del sistema de justicia (incluyendo un alto a los juicios largos), mayor seguridad, reducción de impuestos, federalismo y políticas más fuertes para la región sur que es más pobre (nuevas infraestructuras estratégicas como el puente del Estrecho de Mesina).
Apelando a todos los "moderados", Berlusconi resaltó la necesidad de "recuperar la cohesión nacional" y remodelar la legislatura.
"Está dentro del interés absoluto de nuestro país no arriesgarnos a caer, en un periodo de inestabilidad económica global, en una crisis", dijo, y añadió que su gobierno no tiene alternativa y que la obligación de cada parlamentario es respetar la voluntad inicial de los votantes italianos y cumplir con el periodo de la legislatura.
En cuanto a su separación de Fini, el primer ministro confesó que "lo lamenta" y agregó que la "discusión ya fue más allá de los limítes", también señaló el "odio" excesivo que existe en la política italiana. Fin